Aguililla, Michoacán, parece ser la clave para los cárteles mexicanos que desean expandir su control en el tráfico de drogas y para aumentar su producción de metanfetaminas u otras sustancias sintéticas.
El municipio es el paso obligado de los cargamentos procedentes de China que llegan a la zona costera de Michoacán y a la región de Tierra Caliente, lugar donde se distribuye las mercancías ilegales a otros estados de la república.
Pero también es el lugar de nacimiento de Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’, jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los dos grupos que irrumpió a Aguililla para comenzar una guerra contra grupo locales identificados como Cárteles Unidos y desafiar al Ejército.
Es una verdadera zona de guerra manchada por la impunidad y que durante meses provocó ya el desplazamiento de más de mil 500 pobladores a otras localidades de Michoacán y del país; pero a decir de investigadores locales el Gobierno oculta los datos.
En redes sociales circulan los videos donde aparecen los vehículos monstruos del CJNG y una infinidad de sicarios combatiendo a rivales de La Nueva Familia Michoacana, a integrantes comunitarios y a militares.
Tanto es el interés del Mencho que está dispuesto a incrementar su presencia y en esta guerra sangrienta ha usado armas con alta tecnología, la propia SEDENA admitió que en varios combates los cárteles usaron drones explosivos o incluso tácticas guerrilleras.
El Gobierno de Michoacán apuesta por recuperar la región y parece una historia sinfín, ya que por muchos años Aguililla ha estado en manos de bandas delictivas que mantiene como su única ley la de la violencia.
