Su principal sello es presumir sus lujos en redes sociales y asistir sin ningún temor a restaurantes y bares exclusivos, los narcos millennials no buscan un perfil bajo y al contrario entre más expuestos vivan se sienten más poderosos.
Los líderes de los grupos delictivos pueden ser llamados como sucesores de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera o de los bautizados ‘señores de las drogas’, toman el cambio generacional de forma más violenta y sin esconderse.
Un ejemplo claro de la forma de vida de los narco millennials es David García Ramírez alias El Pistache, líder de la banda ‘Unión Tepito’. Se rodeaba de mujeres voluptuosas, vivía en un condominio de lujo y vestía ropa de marca, pero cuando fue detenido por las autoridades lloró inconsolable, según un reporte de las dependencia de seguridad.
Era responsable de la venta de drogas en bares y restaurantes de las zonas más exclusivas, además de extorsionar y cobrar derecho de piso a restauranteros y dueños de antros.
Como él, varios jóvenes sicarios de los cárteles de Tláhuac, encabezado por Jesús Pérez Luna, alias el Ojos, y sus hijos; presumían en redes sociales sus actividades criminales.
Además, la banda de los Mikis, brazo armado del cártel del Ojos, acudían a fiestas o eventos privados ataviados con prendas ostentosas y les hacían poner su distintivo.
El no tener un mejor cuidado en su seguridad ayudó a las autoridades a poder detenerlos y sus trabajos de inteligencia no son tan extenuantes como los realizados para detener al ‘Chapo’.
VER: Narcojuniors que disputan el Cártel de Sinaloa