Sin ser un personaje recurrente en la serie biográfica de Luis Miguel, producida por Netflix, Arturo ‘El Negro’ Durazo, jefe de la Policía capitalina en los años 80’s, se convirtió en un factor determinante para que el cantante pudiera alcanzar la fama.
El polémico funcionario convivió con celebridades de la época gracias al puesto que desempeñó, incluso se dice que aún preso podría tener contacto con bellas mujeres de la farándula mexicana.
En el episodio tres de la serie se narra que fue en una fiesta de cumpleaños del jefe policial cuando Luis Miguel debutó como cantante, a la celebración acudieron ejecutivos de disqueras e incluso el dueño de Televisa, Emilio Azcarraga Milmo, quienes quedaron sorprendidos con la voz del niño.
A raíz de su aparición en el popular programa, la vida romántica y de excesos de Arturo se ventilaron en diversos medios del espectáculo.
Las publicaciones señalan que ‘El Negro’ era amante de Marcela Basteri, madre del afamado ‘Sol’, todo con la complacencia de su esposo Luisito Rey.
Además, se filtró que el funcionario sostenía encuentros de índole sexual con famosas como Olga Breeskin e incluso con Verónica Castro.