Están considerados como los tatuadores más famosos de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Aurelio ‘Guello’ García, Sammy Ramírez y David ‘El Barra’ Sánchez, destacan por sus diseños y técnicas artísticas.
Los dos primeros pueden considerarse como los pioneros del movimiento del tatuaje en la ciudad e incluso en el país, mientras que el segundo encabeza a la nueva generación de artistas que incorpora a su trabajo conocimientos en artes plásticas.
‘Guello’ y ‘Sammy’ comenzaron sus carreras cuando la práctica era considerada como algo exclusivo para las clases bajas o de personas ligadas a pandillas o con actividades ilícitas.
Recuerdan que en sus establecimientos o estudios eran constantes las revisiones de las corporaciones de seguridad, a pesar de desarrollar un trabajo legal.
Aurelio es reconocido por tatuadores veteranos de talla internacional y García es considerado como el impulsor de las expos y convenciones de tatuadores en la metrópoli.
40 años después, los locales para tatuarse salieron de la clandestinidad y de lugares en barrios inseguros, para establecerse en colonias donde habitan las clases medias.
En el estudio “Las prácticas socioculturales de las artes visuales como proceso de la reconfiguración de la identidad de la clase media”, del estudiante del doctorado interinstitucional en Arte y Cultura, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG, José de Jesús Loza Sánchez, se plasma que en el último lustro de triplicaron los locales para tatuar legalmente reglamentados ante Padrón y Licencia en Guadalajara.
Además, señala que los tatuadores son vistos como una especie de celebridades que son buscados por profesionistas, integrantes de la clase social alta tapatía y por famosos para que les hagan un tatuaje.
“Las personas con un estatus económico alto buscan tatuarse para estar a la moda o como símbolo sensual y erótico”.
‘El Barra’ considera a Aurelio y a Samuel como maestros de muchos tatuadores que actualmente se establecieron en lugares como Playa del Carmen, Puerto Vallarta, León y otros municipios.
Agrega que la ciudad es una de las mejores plazas del país en el tatuaje.
‘Aquí hay muy buenos artistas. Muchos están empezando a destacar en las expos del tatuaje. Otros viene a aprender y se mudan a otras ciudades del país’.
Loza Sánchez sostiene que los artistas del tatuaje que aprendieron el oficio de manera empírica deben actualizarse o quedarán superados por los que tienen conocimientos o estudios en artes plásticas.