La Bandera Nacional es uno de los tres símbolos patrios, cuyo uso y difusión se encuentra regulado en una ley.
De acuerdo a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, para destruir una Bandera se debe realizar un proceso de incineración.
“Cuando se requiera destruir alguna réplica de la Bandera Nacional, se hará mediante la incineración, en acto respetuoso y solemne, de conformidad con las especificaciones que el reglamento correspondiente determine”, señala el artículo 54 BIS de dicha legislación.
El protocolo para la incineración señala que antes de incinerar la bandera, se le deberán rendir honores.
Posteriormente, la Bandera se despide cuando el abanderado la presenta en tres tiempos (derecha-izquierda y al frente); en el caso de las banderas monumentales, se procede a arriarlas y plegarlas, para posteriormente depositarla en el pebetero donde se realiza la incineración.
Para la realización de la ceremonia de quema de bandera se debe solicitar la participación de efectivos del Ejército Mexicano.
BANDERAS MONUMENTALES
Las banderas monumentales son fabricadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo; este tipo de banderas son confeccionadas para astas mayores de 50 metros de altura.
El Escudo Nacional en estas banderas es pintado a mano; la tela empleada en su fabricación es nylon.
De acuerdo al Cuarto Informe de Labores de la Sedena, del 1 de septiembre de 2015 al 31 de agosto de 2016, se fabricaron 30 banderas monumentales; 19 de ellas para astas de 50 metros y 11 para astas de 100 y 110 metros.
En tanto que en el periodo del 1 de septiembre de 2014 al 31 de agosto de 2015, la Sedena fabricó 37 banderas monumentales.
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