El pacto de no agresión entre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera y Amado Carrillo Fuentes, ‘El Señor de los Cielos’, terminó justo después de la muerte del primero y la asunción como jefe del Cártel de Juárez de su hermano Rodolfo, ‘El Niño de Oro’.
Los jefes de la organización con sede en Sinaloa montaron en cólera al saber que Carrillo Fuentes asesinó a sicarios del Pacífico, claves para el tráfico de cocaína en Juárez, por lo que en una reunión celebrada en Monterrey, tanto el Chapo como Ismael ‘El Mayo’ Zambada ordenaron el homicidio del nuevo jefe de la ciudad fronteriza.
Un comando de Sinaloa se trasladó a Chihuahua para cumplir la tarea y el 11 de septiembre de 2014 fue acribillado Rodolfillo y su esposa Giovanna Quevedo Gastelum.
Del atentado salieron ilesos sus hijos, pero la organización cobró rápida venganza matando cuatro meses después a e Arturo Guzmán Loera, alias El Pollo, hermano de El Chapo, que se encontraba preso en el Altiplano desde 2001, y al socio del Cártel de Sinaloa, Miguel Ángel Beltrán Lugo, alias El Ceja Güera, en octubre del mismo año.
Joaquín envió una legión de sicarios para tratar de hacerse de la ciudad norteña y desató una cruenta guerra que provocó más de mil 500 asesinatos y la creación de una fuerza élite al servicio del Cártel de Juárez denominada ‘La Línea’.
Además, existe la versión que en la planeación del homicidio del hijo del ‘Chapo’, Édgar Guzmán, en Culiacán, participó la organización liderada por la familia Carrillo.
VER: La guerra entre el Chapo y Amado Carrillo
