Su posición como cártel más poderoso del país le permitió reclutar a cientos de personas en los últimos cinco años, aunque las autoridades alertan de que comenzaron a integrar a sus filas a menores de edad.
Un informe relató que alrededor de 27 mil niños trabajan directamente para el narcotráfico y se desconoce el número de víctimas colaterales.
El grupo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, es uno de las tres organizaciones criminales con más integrantes menores de 18 años de edad.
Las autoridades consideran que los jóvenes se enrolan a grupos criminales por ser fáciles de engañar, de manipular, así como los prefieren al ser ágiles y fuertes para enviarlos a los enfrentamientos con otros delincuentes o con las autoridades.
Destacan que se dejan vislumbrar por los lujos y el dinero fácil, al venir de extractos sociales bajos y de familias con carencias muy marcadas.
Es una realidad que los jóvenes son utilizados por el crimen organizado para todo tipo de tareas, aunque en los medios de comunicaciíon han llamado más la atención aquellos casos en los que son utilizados para las tareas más crueles, entre ellas el homicidio.
En los últimos años se evidenciaron casos como el de Juana, ‘La Peque Sicaria’, que pasó de sexoservidora a realizar actividades de ‘halconeo’ para una célula de Los Zetas en Hidalgo.
La adolescente de 15 años asesinó a diferentes integrantes de grupos rivales, su marca era decapitar y mutilar a sus víctimas.
Las autoridades de Veracruz detuvieron en marzo pasado a una presunta célula del CJNG, entre los ocho integrantes había tres menores de edad.
Su trabajo consistía en operar el tráfico de drogas en el municipio de Boca del Río.
Antes de cumplir la mayoría de edad, el rapero Christian Omar ‘N’, ‘QBA’, se integró a la célula criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como dealer y en labores de vigilancia, según el reporte de inteligencia de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Parte del contenido del documento, consigna que el rapero urbano formó parte de una pandilla y ahí se asoció con un sujeto apodado ‘El Diablo’ para asaltar a transeúntes.
Su forma de ejecutar los robos siempre fue con uso excesivo de violencia y amenazando a las víctimas con armas de fuego.
QBA se encuentra preso por su presunta participación en la desaparición de los estudiantes de cine, Javier Salomón, Daniel Díaz y Marco Ávalos.
Otros casos son el de Ricardo “N”, de 15 años, quien confesó que era un asesino al servicio de Los Zetas y su labor era terminar a presuntos rivales de un grupo de la delincuencia organizado, a quienes aseguró haber herido de muerte con armas de alto poder.
Por su parte, José “n”, de 13 años, originario de Acapulco. combinaba sus labores en una pollería, estudios de secundaria con vigilar los movimientos de personas o avisar sobre la presencia de policías o acciones sospechosas.