Rafael Caro Quintero apareció en el mundo del narcotráfico en México hace más de cuarenta años; a lo largo de estas más de cuatro décadas se le conocieron tres relaciones sentimentales.
El fundador del Cártel de Guadalajara aún no era un importante jefe criminal cuando se casó con María Elizabeth Elenes Lerma; el matrimonio tuvo cuatro hijos: Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran.
La familia se estableció en Guadalajara y desde ahí sus hijos se codearon con los herederos de familias de importantes empresarios y políticos.
Aún y cuando su padre cumplía condena en Puente Grande, la esposa e hijos de Rafael establecieron negocios en la capital de Jalisco y se mantuvieron viviendo en la ciudad que llenó de miedo su padre.
La madre de los cuatro hijos mayores del fundador del Cártel de Guadalajara prefirió mantenerse lejos de las actividades criminales y no fue hasta que la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) la colocó en la lista de personas que son testaferros o integrantes de red de lavado.
En un reporte del 12 de junio de 2013 de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), señaló a seis integrantes de su familia, entre los prestanombres que se incluyeron, destacan el de la ex esposa, su pareja Diana Espinosa Aguilar, así como sus hijos; Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibrán; además agregaron a su nuera Denisse Buenrostro Villa.
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Se menciona que la ex mujer y sus herederos eran vistos como parte de la sociedad tapatía y eran inversionistas de negocios exclusivos con sede en las plazas comerciales más famosas del AMG.
Sin embargo, en el 2021 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos eliminó de su lista negra y desbloqueó las cuentas de 30 empresas, así como aquellas vinculadas con los hijos y esposa de Rafael Caro Quintero.
Rafael Caro Quintero y su amor más polémico
Elenes quizá fue opacada por el romance que sostuvo Caro Quintero con Sara Cosío Vidaurri Martínez, la sobrina del entonces gobernador, Guillermo Cosío Vidaurri.
La mujer presuntamente declaró a la Policía que viajó con el narco a Costa Rica por su propia voluntad, pero su familia negó la situación y afirmó que Sara fue secuestrada por el capo.
El romance fue muy conocido en el país y hasta grupos como El TRI compusieron una canción al respecto.
Otra mito alrededor de la figura de Caro Quintero nació en las revistas de espectáculos de finales de los ochenta, se aseguró que el capo estuvo de romance con la actriz Lucía Méndez.
Encontró el amor en Puente Grande
Diana Espinosa Aguilar conoció al capo cuando ambos estaban en el penal de Jalisco.
El llamado ‘Narco de narcos la conoció durante un certamen de belleza organizado por las autoridades penitenciarias.
Espinosa Aguilar no sólo ganó la corona esa noche, también el corazón de uno de los reclusos más famosos del complejo penitenciario de máxima seguridad.
La mujer, de entonces 39 años de edad, relató a la periodista Anabel Hernández que una amiga en común los presentó y desde entonces nacería su relación.
La última esposa del narco habló que le pidió el divoricio tras casi diez años de matrimonio.
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