En antaño Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, podía tener una vida más relajada y salir ocasionalmente a las zonas urbanas para poder disfrutar sus ganancias ilícitas, pero al convertirse en uno de los capos más buscados por los gobiernos de México y Estados Unidos requirió esconderse por diferentes lugares recónditos.
Durante la caza de las autoridades han logrado detectar propiedades usadas por el jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como refugios temporales.
Los ranchos rurales fueron adecuados para que la estancia de Oseguera Cervantes y de sus líderes fuera placentera.
Además de lujosos muebles, en los narco ranchos se encontraron animales exóticos, joyas, armas y vehículos de alta gama.
Algunas de las propiedades más valiosas aseguradas por la Procuraduría General de la República (PGR) son el rancho La Esperanza, en Tonalá, propiedad de José Luis Gutiérrez Valencia, conocido como “Don Chelo, consuegro de ‘El Mencho’, quien lo usaba para albergar un tigre de bengala aguililla Harris, un tucán pecho amarillo, dos aves Cara a Cara y tres guacamayas verdes.
Otras se ubican en las delegaciones La Eca, Lo Arado y Villa Vieja. Este último punto fue donde el pasado 1 de mayo de 2017 civiles armados derribaron un helicóptero del Ejército y asesinaron a ocho militares y un policía federal.
Estos sitios sobresalen del resto de las construcciones a su alrededor, las fincas propiedad del jefe tienen una extensión de entre 20 y 50 hectáreas; el rancho ‘El Palmar’ es el más lujoso tiene un quiosco, residencias, estacionamiento para varios vehículos, caballerizas, alberca y hasta un lienzo charro.
VER: El Mencho, el capo más escurridizo