No sólo el taco se puede disfrutar en diferentes variedades, la gastronomía de México es rica en un platillo que puede resultar sencillo en su preparación pero se requiere de ingenio para lograr que el comensal se chupe los dedos. Una de las famosas variedades es la torta ahogada y, quizá sea de las más consumidas, no sólo en Guadalajara; lugar donde se crearon, también son muy populares en la Ciudad de México,pero los ‘chilangos’ tienen entre sus favoritas a la guajolota.
Y en cada región de nuestro país existen sus propias variedades de tortas, cemita, el pambazo, las de la barda, la cubana o la guacamaya.
El sabor es tan variado por sus ingredientes y al final estas tortas también tienen características que las hacen únicas.
A continuación enlistamos las razones para considerar a estos estilos de tortas como las favoritas de los mexicanos.
Torta ahogada, de Guadalajara para el mundo
Los tapatíos presumen que aunque se preparan en diferentes partes del país, las tortas ahogadas que se cocinan en el Área Metropolitana de Guadalajara te sabrán muy diferente; la razón es por el ingrediente principal.
Nos referimos al birote, que tiene dos variantes, salado y no salado.
Su estilo salado es el usado para las tortas ahogadas y tiene una consistencia más crujiente y es más suave en el interior; todo esto comparado con bolillos de otras partes de México.
El proceso para preparar la torta ahogada es fácil pero la clave de decir esto es un manjar, es la salsa con la que se baña.
Las tradicionales son de carne de puerco, ya sea con maciza, de buche, lengua y cuerito para combinar las tortas que también llevan una base de frijolitos fritos y su debida salsa de jitomate encima.
Esta salsa es de chile de árbol y en sus variedades, para las y los valientes, una de pepino con habanero.
Debido a ser muy distinguida en Guadalajara, el Ayuntamiento declaró este 10 de septiembre como el Día Mundial de la Torta Ahogada.
¿Qué es una guajolota?
No menos sabrosa, en la Ciudad de México un símbolo de su gastronomía es la guajolota o torta de tamal.
Esta torta se prepara con un tamal y un bolillo.
Su origen no se sabe con certeza, hay al menos un par de versiones sobre el origen de esta singular forma de comer tamales.
Una de ellas señala que cuando unos ingenieros que visitaban Tulancingo, en Hidalgo, para instalar electricidad en épocas decembrinas, se acercaron hambrientos a un puesto donde la dueña ya casi no tenía comida, así que les ofreció algo diferente con lo poco que tenía: tortas rellenas de enchiladas.
En tono de broma, aquellos ingenieros dijeron que eso era “su pavo o su guajolote”. Años después, una joven que trabajaba en el puesto puso el primer expendio en Tulancingo de estas tortas llamándolas guajolotes.
José N. Iturriaga, historiador y escritor de libros entre los que destacan La cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas y “Confieso que he comido: de fondas, zaguanes, mercados y banquetas”, da otra versión sobre el origen del tamal en bolillo.
Iturriaga dice que el origen de las guajolotas proviene de Puebla.
En esta ciudad se preparaban pambazos con una enchilada dentro.
Y a partir de eso, en Puebla se fue adquiriendo este hábito. Ahora los poblanos suelen comer este suculento antojito durante las primeras horas del día porque se considera muy pesado, pues consta de maíz, harina y salsa.
Puedes degustar las guajolotas en puestecitos improvisados que llevan una olla humeante en algunas esquinas durante las mañanas.
Sea cual sea tu preferida, la gastronomía en México no sería nada sin las tortas.