Al asumir el liderazgo del Cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera decidió que requería de personal preparado para cuidarlo ya que en el negocio de las drogas se enfrentaría a varias personas con ganas de quitarlo del puesto.
Uno de los primeros guardaespaldas o escoltas del famoso capo mexicano fue Carlos Hoo Ramírez, ‘El Cóndor’, quien fue detenido en 2014 y sentenciado tres años después a diez años en prisión.
Hoo Ramírez era un ex militar y uno de los tres sicarios más cercanos a Guzmán Loera; junto a Guillermo Rivera, ‘El Chaneque’, y Héctor Musque.
En la declaración que rindió a sus autoridades reveló que los tres eran responsables de la seguridad de Guzmán Loera y se coordinaban con Mario López, ‘El Picudo’; ‘El Veinte’, ‘Ramoncito’ y Mario Hidalgo Argüello, ‘El Nariz’.
La información difundida por el guardaespaldas permitió a las autoridades conocer el aparato de seguridad que rodeó al Chapo durante mucho tiempo.
Tras la captura de Hoo Ramírez, Orson Iván Gastélum, ‘El Cholo’, asumió la jefatura de escoltas del capo, pero no duró mucho en su cargo al ser detenido en 2015.
‘El Cholo’ era considerado como ‘la mano derecha’ del narco y fue ligado sentimentalmente con Susana Flores, ganadora del concurso Miss Sinaloa en el 2012, abatida durante un enfrentamiento entre sicarios y militares.
Antes de ser jefe de escoltas se encargó de contener el avance de Fausto Isidro, ‘Chapo’ Isidro, en el norte de Sinaloa.
Aunque nunca se supo que tan cercano era a Guzmán Loera, Manuel Alejandro Aponte Ramos, alias El Bravo, también fue su escolta.
Aponte Ramos fue mencionado por Hoo Ramírez como un hombre clave para la seguridad del delincuente.
Antes de ser asesinado, se decía que ‘El Bravo’ era muy allegado a los hijos de Guzmán Loera y tenía problemas con Dámaso López, ‘El Licenciado’.
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