El caso de Claudia Mijangos marcó para toda la vida a la sociedad queretana, sus pobladores todavía temen pasar por la casa donde la mujer cometió el terrible crimen
Fue un abril de 1989 cuando Querétaro despertó con la noticia de que una mujer de clase acomodada fue detenida al asesinar a sangre fría a sus tres hijos.
Todos se preguntaba qué fue lo que orilló a la supuesta reina de belleza a cometer tal acto y aunque con los días se reveló los motivos, muchos consideran como poco creíble su versión.
A pesar de que transcurrieron ya casi treinta de años de la tragedia, los medios volvieron a retomar la historia ya que la llamada ‘Hiena de Querétaro’ está por salir de la cárcel o del Centro Psiquiátrico de Tepepan en la Ciudad de México.
Se dice que Mijangos solicitó a su hermana y abogado que le ayuden a regresar a la residencia donde cometió el triple homicidio o por lo menos le consiga otra vivienda en el municipio que la alojó al casarse con Alfredo Castaños.
La sinaloense parece estar consciente del atroz crimen que cometió y en la prisión se dedica a impartir clases de preparatoria para algunas internas, además de enseñar manualidades como crear artesanía a base de cerámica y también habla de cine.
Al ser detenida Mijangos, la mujer sostuvo que mató a sus hijos por orden de un sacerdote demoníaco, pero la defensa alegó que la mujer experimentó fuertes ataques psicóticos para evitar fuera recluida toda su vida en un pabellón psiquiátrico.
Al acercarse su liberación, los queretano se muestran intranquilos por la latente posibilidad del regreso a las calles de una de asesinas más famosas.