Desde hace un par de meses se difundió que la modelo y conductora mexicana Montserrat Oliver es investigada por la Fiscalía de Bogotá, Colombia, para aclarar su participación en la compra de un predio de forma ilícita.
Al parecer la celebridad fue la intermediaria entre la directiva de la empresa CEMEX y los inversionistas en el país sudamericano.
Oliver entró al negocio luego de que el empresario Eugenio Correa Díaz, procesado por encabezar una red de lavado de dinero y participar en la construcción de una cementera en un terreno inmerso en un proceso de extinción de dominio por presunta corrupción, le prometió que obtendría una ganancia jugosa.
Aparentemente Correa Díaz buscó a la famosa al conocer que tenía acceso a al entonces vicepresidente ejecutivo de relaciones institucionales para América Latina de Cemex, Francisco Garza Zambrano, debido a que es prima hermana de la esposa del ex directivo.
En la investigación de las autoridades colombianas se trata de establecer si la conductora actuó de forma dolosa en el fraude de millones de dólares, pues, testigos declararon que ella tuvo acceso al proyecto para la explotación de la mina de Maceo.
Los ejecutivos colombianos de la firma cementera aceptaron el trato y desembolsaron 40 mil millones de pesos para adquirir el predio propiedad de José Aldemar Moncada, detenido por defraudación a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y que fue asesinado en 2016 mientras estaba en arresto domiciliario.
Hasta el momento la Fiscalía les imputó cargos a los ex directivos de Cemex – Colombia, Édgar Ramírez Martínez y Camilo González Téllez, junto a Eugenio Correa Díaz, representante de C. I. Calizas y Minerales S.A., por los delitos de enriquecimiento ilícito de particulares, lavado de activos y falsedad en documento privado.
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