Debido a la exigencia a la que los padres someten a niños en edad de preescolar se incrementaron los casos de trastornos de ansiedad atendidos en el Hospital psiquiátrico San Juan de Dios, indicó la Psicóloga Clínica y de Enlace del IMSS, Miriam Aceves García.
La experta sostuvo que cada vez es más frecuente atender a niños de entre cinco y seis años con ansiedad.
“Nos dicen “es que soy el burro de la clase” porque no tienen las mejores notas, o no hablan el inglés y el francés, esto es para reflexionar porque estamos generando expectativas en los hijos y competencias que son nuestras o que hubiéramos querido tener”.
Aceves García considera que la vida acelerada actual, por las ocupaciones de los padres y las exigencias educativas, dejan de lado el juego pedagógico en los infantes, algo necesario para la maduración y el desarrollo de su sistema nervioso.
Exhortó a los padres de familia a permitirles a sus hijos a jugar, ya que es una herramienta básica que le ayuda al niño aprender reglas, socialización, hábitos, lenguaje comprensivo y articular, promueve el desarrollo de sus capacidades motrices, y otros aspectos, de una forma lúdica, el cual debe ser llevado a cabo en distintas etapas del crecimiento y con distintos enfoques u objetivos.
“Al jugar, el niño aprende a regularse emocionalmente, algo que puede prevenir futuras alteraciones en la etapa adolescente y adulta, lo cual dependerá del acompañamiento y la congruencia de los adultos en su entorno”:
Recomendó a los padres jugar con sus hijos y ejercer una paternidad responsable, ya que deben estar atentos al desarrollo general de sus hijos, un padre que no sabe qué juegos le gustan a su hijo, o que personajes de la caricatura le agradan, está incurriendo en una crianza deficiente, concluyó la especialista.