Al conocer los casos donde casas de moda se apropiaron arbitrariamente de la estética de pueblos originarios, Nancy Gabriela Rojas Juárez, egresada de la licenciatura en Diseño de Modas del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), decidió crear una mochila que no atente contra la cosmovisión de un pueblo.
La joven señaló que para su investigación se involucró con artesanas de la comunidad de San Andrés Cohamiata, en el Municipio de Mezquitic, Jalisco, para conocer el significado de los bordados para los wixárikas, así como dignificar los motivos iconográficos del pueblo.
Narró que convivió con tres mujeres que preservan la tradición ancestral del telar de cintura y que generan prendas de usanza cotidiana y festiva. Fue un trabajo de documentación que involucró varios viajes y cerca de un año en la comprensión de la técnica y su estética.
Tras finalizar esta etapa, realizó un análisis con todos los motivos iconográficos, los clasificó y pudo usar colores que tienen que ver con la tierra y el agua, que aunque para ellos son importantes, no son tan sagrados, y que quienes no pertenecemos a su cultura los podemos usar.
Posteriormente buscó incorporarlos al diseño de moda de bolsas para caballero, proyecto que involucró un análisis de mercado y la utilización de materiales amigables con el medio ambiente.
“Todos los diseñadores tenemos que investigar, no sólo decir ‘se ve bonito’; debemos de ir a la comunidad, ir con los curanderos, los abuelos, preguntarles qué significan esos motivos y colores, y a partir de eso diseñar. Es importante ir a las comunidades, trabajar en colaboración con los indígenas y siempre darles el valor de quién es el artesano”.
Rojas Juárez afirmó que las mochilas, además, representan de forma conceptual el llamado “Ojo de dios”, la línea de vida y las herramientas que las artesanas utilizan para el telar de cintura. Al interior de la mochila existen tres bolsas que significan la tierra, el inframundo y el cielo.
La ex alumna de la UdeG está en espera que algún empresario se interese por el proyecto para que pueda producirlo en serie y que las ganancias sean destinadas a las artesanas de San Andrés Cohamiata.
Fue así que la cultura wixárika le sirvió de inspiración, y le agregó su toque a utilizar materiales recicladas como botellas de pet.