Los nombres y fotografías de Raffaele (60 años) y Antonio Russo (25 años) y de Vincenzo Cimmino (29 años) se viralizaron luego de que desaparecieran en el municipio de Tecalitlán, al sur de Jalisco.
Tras las indagatorias de la Fiscalía General del Estado (FGE), se confirmó que los tres napolitanos fueron entregados por policías municipales a un grupo del crimen organizado.
Familiares de los italianos exigen al gobierno del Estado y al de México sigan con los operativos para que puedan ser localizados.
El fiscal Raúl Sánchez Jiménez ventiló que tanto Raffaele, Antonio y Vincenzo ingresaron al país para realizar actividades comerciales; el mayor de los italianos estaba en México desde hace cinco años, mientras su hijo y sobrino habían llegado a penas cinco días atrás del suceso.
Desde Italia, Silvana Esposito, esposa de Raffaele, confirmó que el negocio de compra y venta de productos chinos como chamarras, herramientas y perfumes la inició su pareja cuando se jubiló, por lo que decidió viajar a México y Estados Unidos para comercializarlas y obtener ganancias para mantener a su familia.
En redes sociales de la esposa de Raffele se observan fotos de cuando estuvieron en diferentes destinos de playa de México como Manzanillo y Playa del Carmen.
Sánchez Jiménez externo que Raffaele fue detenido en Campeche hace tres años acusado de fraude, pero dicha versión no puede confirmarse al no existir registro de su arresto.
Por su parte, Angelo Pizzotti, coordinador de investigación en el Comando de Carabinieri de Frosinone, señaló a Russo como fugitivo de la justicia de Italia al defraudar a varias personas de la tercera edad.
Su hijo Daniele pidió a las autoridades no criminalizar a sus familiares y reiteró el llamado para que hagan todo los posible para encontrarlos.
Esta tarde se organizó una protesta pacífica en la Plaza principal de Nápoles con la consigna de presionar al Gobierno de Italia para que aparezcan Raffele, su hijo y sobrino.
VER: Caso de italianos recuerda desaparición de chef argentino
