Uno de los objetivos prioritarios para el Gobierno de los Estados Unidos era el llevar ante sus tribunales al narco Raúl Flores Hernández, ‘El Tío’, presunto operador independendiente de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, a quien el Departamento del Tesoro lo consideró un delincuente del calibre de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera pero con pocos reflectores.
Radicado en Zapopan, Jalisco, ‘El Tío’ tejió su red de lavado de dinero, donde presuntamente estuvieron involucrados empresarios como Omar Caro Urias; hijo de Rafael Caro Quintero; el futbolista Rafael Márquez y el cantante Julión Álvarez.
Aunque será juzgado por su participación en el enriquecimiento ilícito de organizaciones criminales, al Tío se le vinculó en el asesinato del futbolista David ‘Magic’ Mendoza, ocurrida en el 2008, en un centro comercial de Zapopan.
El día del homicidio el ex integrante de Atlas, Chivas y Cruz Azul manejaba una camioneta y estaba acompañado por Saúl Flores, hijo del narco; así como de Cano Urias y de su colega Miguel Zepeda.
Al salir del Estadio 3 de Marzo, donde presenciaron el juego entre Tecos y América, caminaron a un estacionamiento de una Plaza Comercial para abordar su auto, en ese momento llegaron varios hombres y sin mediar palabra dispararon contra Mendoza.
El ex futbolista murió horas después mientras recibía atención médica.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) buscaba a Flores Castro por su presunta participación en el asesinato del futbolista; pero nunca se mencionó sobre su responsabilidad.