En la estructura criminal de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Santa Rosa de Lima comparten similitudes, una de ellas es el rol que desempeñan mujeres familiares de sus líderes.
Tanto la esposa e hija de Nemesio Oseguera Cervantes, Rosalinda González Valencia y Johana Oseguera Valencia, respectivamente; fueron detenidas por ser presuntas operadoras del grupo criminal.
En ese sentido, José Antonio Yépez Ortiz, ‘El Marro’, desarrolló una estrategia similar y mujeres de su círculo familiar se involucraron en las actividades delictivas realizando puestos como operadoras financieras, reclutando sicarios o como prestanombres.
Karem, hermana del Marro; asesinada a inicios del año por un comando del Mencho, era la responsable de la plaza en Celaya; no sólo se encargaba de lavar dinero con empresas fantasmas, también daba órdenes para realizar atentados y traficar drogas.
María, Juana y Rosalba, madre, hermana y prima del líder del cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro, son una muestra de cómo opera la estructura financiera de este grupo delictivo y cómo ellas pasaron de un estilo de vida humilde y tranquila en sus pueblos, a estar en la primera línea del narco en materia de reclutamiento, pago de nóminas y lavado de dinero.
Las tres fueron detenidas por las autoridades, pero por falta de pruebas recuperaron su libertad.
Además, Yépez Ortiz involucró a sus supuestas parejas sentimentales en el grupo de operadores; algunas son: Elsa Marisol Martínez, Karina Mora Villalobos y Andrea Magdalena Cervantes Ariza.