Uno de los pupilos más avanzados del llamado primer narco sinaloense, Pedro Avilés Pérez, conocido como El León de la Sierra, se dio cuenta de estar más seguro si se alejaba de la ciudad donde realizaban sus operaciones ilegales.
Fue así como Miguel Ángel Félix Gallardo, ‘El Jefe de jefes’, se instaló en Guadalajara y veía a las autoridades mexicanas ejercer presión en Culiacán y en las montañas de Sinaloa y Durango en su operación ‘Cóndor’.
Ante la propia petición de Don Pedro a sus pistoleros, vieron en la capital de Jalisco un lugar próspero y seguro, donde la guerra entre grupos delictivos no les haría tener pérdidas millonarias.
Sin embargo, con el el homicidio del León de la Sierra sus alumnos debieron tomar las riendas del incipiente grupo delictivo; Gallardo tomó las riendas y aprovechó que el terreno estaba trabajado para seguir traficando drogas a los Estados Unidos gracias a las conexiones que estableció su maestro con mafias italoestadounidenses y sus contactos en los primeros círculos de poder en México.
La innovación del llamado fundador del Cártel de Guadalajara fue la de buscar a organizaciones criminales colombianas para comprar cocaína y así establecer un pacto de negocios. Es considerado como un personaje clave en la historia del narcotráfico en México, pues su participación en el crimen organizado marcó un antes y un después.
A Félix Gallardo se le considera como el primer mexicano en traficar cocaína a Estados Unidos, en establecer contacto con los colombianos para el trasiego de drogas, y en diseñar y controlar las principales rutas del narcotráfico.
‘El Jefe de Jefes’ tuvo alianzas con el cartel de Medellín de Pablo Escobar Gaviria, por intermediación del narcotraficante hondureño Ramón Matta Ballesteros.
El Padrino nació en 1946, en Culiacán, Sinaloa. Cuando era joven, formó parte de la extinta Policía Judicial Federal; además fue escolta de los hijos del gobernador de Sinaloa Rodolfo Sánchez Celis, quien estuvo al frente de la entidad de 1963 a 1968.
Miguel Ángel Félix Gallardo fue detenido por la Policía Judicial Federal en abril de 1989 en casa de su amigo “Budy” Ramos en la calle Cosmos 2718, colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara.
En 2017, fue sentenciado a 37 años de prisión por el homicidio de Kiki Camarena, crimen por el que ya lleva 28 años preso. Actualmente se encuentra preso en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Morelos.