En su afán de demostrar su poder y que con su dinero acceden a cualquier capricho, los casos de mujeres raptadas por narcos son frecuentes.
Uno de los primeros temas en presentarse fue a inicios de la década de los noventa, la sociedad mazatleca se sacudió al conocer que uno de sus empresarios más reconocidos secuestró a la reina de su Carnaval. La familia de la soberana Rocío del Carmen Lizárraga Lizárraga sostuvo como primera versión que su hija fue llevada contra su voluntad por el dueño de la disco de moda Frankie O’, Francisco Rafael Arellano Félix, por lo que pedían a las autoridades dar con el paradero de ambos.
Pero días después de los polémicos hechos, la mamá de Rocío apareció para señalar que sólo Dios pondrá las cosas en su lugar y tanto su hija como su prometido, Óscar Coppel, hijo de un reconocido empresario; fueron víctimas del destino. El capo del Cártel de Tijuana se encargó de difundir en la ciudad porteña que su joven pareja decidió casarse con él en Guadalajara y que estaban muy felices.
En medio del desconcierto y la rumorología por el presunto secuestro de Rocío del Carmen, fue la propia reina la encargada de enterrar el tema; once días después de su huída de Mazatlán mandó a publicar un mensaje en los periódicos de la localidad para explicar la situación.
Joaquín Guzmán Loera también privó de su libertad a una mujer y la obligó a sostener una relación sentimental a la mala. Se enamoró de Blanca Estela Peña García en una fiesta a la que asistió como invitado, escribió en un reportaje el periodista Gerardo Reyes, de Univision, a partir de ese momento Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, capo que cumple cadena perpetua, tuvo como objetivo, sin importar el método, conquistar a la empleada bancaria de Nayarit.
En documentos del gabinete de Seguridad del Gobierno de México se especuló que Peña García nunca cedió a las pretensiones del sicario y en muchas ocasiones lo rechazó. Guzmán Loera incluso lanzó desde una avioneta cientos de flores, pero Estela no quería involucrarse con el criminal y optó por alejarse.
Para sus familiares la desaparición de Silvia Stephanie Sánchez, mejor conocida como Fanny, fue un suceso que las autoridades jamás quisieron aclarar; por lo que un periodista de Torreón, ciudad donde aconteció el crimen, fue el que ventiló el caso y propuso una hipótesis en su nota. En la versión explicada en su reportaje acusa a Alfonso Martínez Escobedo, alias ‘El comandante Ardilla’, de raptar a la adolescente de 16 años con el fin de llevarla a Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, jefe de ‘Los Zetas’ en Tamaulipas.
Aunque primero las autoridades de Coahuila revelaron que la adolescente fue privada de su libertad para explotarla sexualmente, la información llegada de forma anónima en 2015 supuso que Fanny seguía viva y se convirtió en pareja del capo.