Su incursión en el tráfico de drogas de Ismael ‘El Mayo’ Zambada fue en la banda comandada por José Inés Calderón, considerado como el narcotraficante más poderoso en el país de las décadas de los setentas y ochentas.
El jefe del Cártel de Sinaloa debe agradecer al llamado ingeniero el haberlo tomado en cuenta para realizar importantes operaciones del grupo delictivo, en poco tiempo Zambada se convirtió en un hombre de todas las confianzas del nacido en Durango.
A pesar de ser apresado en diferentes ocasiones, Inés Calderón se las arreglaba para salir de prisión libre de cargos y su sistema para corromper autoridades sentó las bases para la futura operación de los cárteles de las drogas que surgirían en México al ser descabezado el Cártel de Guadalajara.
En los medios de la época se documentó que el narco fue abatido en un enfrentamiento con elementos de la extinta Policía Judicial Federal.
El 27 de marzo de 1988 se reportó que en un domicilio del fraccionamiento La Campiña, en Culiacán, agentes policiales sostuvieron un intercambio a balazos contra otro un grupo de civiles armados, al mando de la operación estaba Guillermo González Calderoni, en ese entonces comandante de la Policía Judicial Federal, quien fue asesinado en 2003 en McAllen, Texas.
Tras varias horas del intercambio de balazos, se informó que Calderón Quintero se resistió a ser detenido y el inició el enfrentamiento, por lo que los elementos respondieron la agresión.
En el operativo detuvieron a dos personas que estaban en la entrada de la casa. Además, la PGR incautó en la vivienda 293 gramos de cocaína pura, joyas y armas.
Inés Calderón fue identificado como el capo que mantenía el tráfico de de cocaína en Sinaloa y era socio de narcotraficantes de Bolivia.