En Navidad suele haber regalos, ya sea por intercambio o por el simple gusto de dar algo a tus seres queridos.
Una de las principales dudas es cuándo se ponen los regalos en el árbol de Navidad.
No hay una fecha exacta o ligada a una tradición, depende del motivo de los regalos.
Por ejemplo, si es de intercambio, lo más correcto sería colocarlos el 24 de diciembre.
Si la cena es en tu casa, los tuyos deben estar previamente colocados.
Si por el contrario, llegas a otra casa, pues lo correcto sería colocarlos cuando llegues, para que eso aumente el espíritu navideño.
Algunos se refieren a los regalos de Santa Claus, esos deben colocarse cuando los pequeños que recibirán regalos se duerman, para que no vean a Papá Noel.
Los regalos colocados debajo del árbol simbolizan los dones que Dios dio durante el año y que deben agradecerse, estos forman parte casi que de la decoración, entonces se ponen en el momento en que pones tu árbol navideño.
Historia del Árbol de Navidad
Existen varias teorías sobre el origen del Árbol de Navidad. Una de las más aceptadas es la que señala que esta tradición proviene de los celtas de Europa central, quienes empleaban árboles para representar a varios dioses.
De manera particular, en invierno celebraban el nacimiento de Frey, su dios del Sol, con un árbol decorado con frutos rojo que recibía el nombre de Idrasil, que significa Árbol del Universo; en su copa se hallaba el cielo y en las raíces profundas se encontraba el infierno.
Fue entre los años 680 y 754 cuando San Bonifacio, uno de los principales evangelizadores de Alemania, entendió que era imposible arrancar de raíz la tradición celta, por lo que decidió adaptarla dándole un sentido cristiano.
Fue así como cortó con un hacha un roble que representaba a Odín y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne simbolizaba el amor de Dios.
Así surgió el Árbol de Navidad, cuyo sentido fue celebrar el nacimiento de Jesús entre los nuevos cristianos.
Se dice que la tradición del pino navideño comenzó en Alemania en 1605; en Finlandia llegó en 1800, a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. A los hogares españoles llegó en 1870.
Los protestantes señalan que fue Martín Lutero quien impuso el pino en lugar del roble de Odín como árbol navideño.