Dos personajes centrales de los años posteriores a la Guerra de Reforma y de los primeros retos del México Independiente, Ignacio Luis Vallarta y el General Porfirio Díaz tuvieron coincidencias que les permitió llevar una relación de amistad.
Al jalisciense, egresado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se le conoció por su brillante carrera como jurista y por desempeñar importantes cargos durante la gestión de Benito Juárez y del general.
Los historiadores señalan que la enemistad que ambos profesaban hacia Sebastián Lerdo de Tejada fue la clave para que iniciaran a trabajar juntos y, posteriormente, convertirse en amigos.
Díaz invitó a Vallarta como Secretario de Relaciones Exteriores para solucionar el conflicto que tenía con las autoridades de los Estados Unidos.
El país vecino se negaba a reconocer el gobierno de Díaz, pero en base a su conocimiento y gran manejo del Derecho Internacional, Vallarta logró no solo el reconocimiento de Washington, sino también obtuvo una defensa heroica a la soberanía nacional.
Tras el paso del tiempo, Díaz empezó a ver al abogado como un serio rival para la presidencia, por lo que sus allegados evitaron que Vallarta siguiera sus aspiraciones.
Para saber
Ignacio Luis Vallarta fue gobernador de Jalisco en el periodo 1871-1875, durante su mandato enfrentó a las tropas de Díaz en la Revolución de La Noria.
A los 63 años falleció víctima de la fiebre tifoidea. Sus restos permanecen en la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México.
En 1918, el Congreso de Jalisco aprobó cambiar el nombre de la comisaría de ‘Puerto Las Peñas’ por el de ‘Puerto Vallarta’.