La Cuetlaxóchitl, fue cultivada por los aztecas, mucho antes de que llegara la cristiandad al mundo occidental y fuera convertida en un símbolo mundial para la tradicional decoración de la navidad.
Y fue en dicha época que los aztecas la cultivaban para extraer de ella tinta para sus cueros, textiles y cosméticos, además de que aprovechaban su sabia, para usarla en el tratamiento de fiebres.
La planta Cuetlaxóchitl que significa ‘flor de pétalos resistentes como el cuero’ que posteriormente se le conoció como Flor de Nochebuena, era un símbolo de pureza. Por ello, fue altamente apreciada por los emperadores Netzahualcóyotl y Moctezuma, aún cuando, por las condiciones climatológicas, no podían ser cultivadas en Tenochtitlán.
Contrario a lo que generalmente se cree, la noche buena no es una flor, es una planta y las hojas rojas que se observan como flores no son más que extensiones de la misma planta.
Durante la época prehispánica, los sacerdotes contemplaban esta flor antes de iniciar alguna ceremonia. También era el símbolo de la nueva vida, alcanzada por lo guerreros muertos en la batalla.
Decían que estos guerreros regresaban a la tierra a libar la miel de esta flor. Su nombre en náhuatl es Tlazóchitl y significa flor que se marchita y para ellos simbolizaba la sangre derramada en los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas y su energía.
Entre los pueblos mesoamericanos, particularmente entre los mexicas, el cultivo de flores y plantas tenía gran importancia. Las flores tenían, para estos pueblos un gran significado tanto en la vida religiosa como en la cotidiana.
En el México precortesiano, la flor de cuetlaxóchitl constituía un símbolo que correspondía a la “nueva vida” adquirida por los guerreros que morían en batalla.
Cómo se convirtió en símbolo de la Navidad
La planta es originaria de Taxco, Guerrero e historiadores señalan que en el siglo XVII los monjes franciscanos adornaron con esta flor sus pesebres antes de la Navidad, de ahí nació el llamarla así: Flor de nochebuena.
En México, la Sagarpa y los integrantes del Sistema Producto Ornamentales impulsaron la institucionalización del 8 de diciembre como el Día Nacional de la Nochebuena.
Tras la consumación de la Independencia de México el primer representante diplomático de Estados Unidos, Joel Roberts Poinsett, visitó Taxco en el estado de Guerrero. Quedó asombrado con la flor de Nochebuena que adornaba las calles de la ciudad minera.
Datos nacionales sobre el cultivo de la flor de nochebuena
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que en el 2018 se obtuvo una producción nacional de flor de nochebuena de más de 19 millones de plantas, lo que permitió cubrir el abasto durante las fiestas decembrinas en México.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción total alcanzó un valor de 634 millones de pesos (mdp).
La dependencia informó que en el cultivo de la planta ornamental, el mejor rendimiento lo ha logrado la agricultura protegida (invernadero, malla sombra y microtúnel) en una superficie de más de 267 hectáreas y con la participación de unos 900 pequeños productores.
Las cinco principales entidades productoras de flor de nochebuena son Morelos, con un volumen de 5.9 millones de plantas; Michoacán, 3.7 millones; Ciudad de México, 3 millones; Puebla, 2.8 millones y finalmente Jalisco con 1.4 millones de plantas.
Actualmente durante las fiestas decembrinas, la flor de nochebuena o cuetlaxóchitl es la planta de ornato que por su colorido, da el toque de vida y esperanza, en los hogares y templos, conjuntando la tradición prehispánica con la religiosa correspondiente a estas fechas.
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