Raúl Padilla López logró ascender al máximo cargo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) con el respaldo del mini ‘Sanedrín’ de ex fegistas que controlaban en esa época a la institución educativa.
Sin embargo, el grupo de poder que lo respaldó contra José Manuel Correa Ceseña, secretario de la institución y candidato del entonces rector de la Casa de Estudios, Enrique Alfaro Anguiano; padre del actual gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; jamás se imaginó la traición que sufrirían.
En el libro “Historia de una traición”, escrito por Álvaro Ramírez Ladewig, se abordó cómo Padilla López realizó varias acciones para lograr la disolución de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), organización que también encabezó en los 70 ‘s.
El autor consideró que su objetivo fue desplazar a estos caciques para que él lograra controlar política y económicamente a la UdeG.
Los detractores de Raúl Padilla López sostienen que aunque dejó la Rectoría de la institución, siguió ejerciendo el control y se perpetuó en el poder por casi 35 años.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrado (AMLO) lo llamó el líder de la mafia que dispone de los recursos públicos universitarios para su beneficio.
Aunque otros perciben a Padilla López como un impulsor de un modelo único que logró consolidar a la UDG como la segunda universidad pública más grande del país, y llevó educación superior a los jóvenes de los quintiles más bajos.
La rivalidad con los Alfaro
Tras tomar protesta como el cuadragésimo tercer rector de la UdeG, Padilla López acusó a la administración de Alfaro Anguiano de desvío de recursos y malos manejos.
Sus primeras decisiones fueron el de destituir a Jesús Medina Ambriz, tesorero de la UdeG de su antecesor, así como la de encabezar una guerra de desplegados en periódicos contra la administración de Alfaro Anguiano.
Las descalificaciones terminaron sólo cuando intervino el propio presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari.
El entonces rector comenzó un proceso encaminado a ejercer el control en todas las áreas; la pugna contra sus opositores se reflejó con la disolución del “Sanedrín” en donde influyó la enfermedad de Ramírez Ladewig, la desaparición de la FEG en un referéndum y la imposición de la FEU como organización estudiantil mayoritaria.
En la actualidad se cree que las diferencias con la administración estatal de Enrique Alfaro Ramírez pudieran tener su origen en esa época.
La UdeG manifestó que el Gobierno de Jalisco violó su autonomía al quitarle presupuesto de una obra.
Al conocer la muerte de Raúl Padilla López, el mandatario confirmó que la Fiscalía General del Estado indaga las causas del suicidio del académico y mandó sus condolencias a sus familiares y a toda la comunidad universitaria.
Raúl Padilla sufrió de espionaje político
Padilla era un líder estudiantil que logró inquietar a los gobiernos priistas de la época, la propia Dirección Federal de Seguridad (DFS) documentó en decenas de informes oficiales la relación del fundador de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) con hechos violentos, incluso antes de que llegara a la presidencia de la FEG en 1977.
El hombre aparentemente usó pistoleros para perpetuar su poder en secundarias, preparatorias, facultades, grupos juveniles y en buena parte de la cúpula universitaria.
Sin embargo, un hecho que despertó el interés de la Policía Secreta fue el suicidio de su papá.
En el reporte mencionan que Raúl Padilla Gutiérrez se quitó la vida con un arma en su despacho de la Avenida Vallarta 1286, pero lo que llamó su atención fue que lo hizo enfrente de su propio hijo, quien estaba acompañado por su amigo Salvador Martínez Jáuregui.
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