El luchador Shocker contó la parte más oscura de su vida en una entrevista para Gustavo Adolfo Infante. Habló de que desde niño estuvo en contacto con el mundo de las drogas e incluso asistió a las fiestas que organizó Rafael Caro Quintero en la prisión.
El periodista le cuestionó a Jair Soria, nombre real del deportista tapatío, cómo fue que se presentó en los festejos del narco mexicano.
Al respecto, Shocker narró que su madre, Sanjuan Reyna, llegó a participar en espectáculos para narcotraficantes como Caro Quintero (cuando este ya estaba dentro de la cárcel), en los que recuerda que también asistieron Carmen Salinas y Jorge Falcón.
Y en esos momentos vió a varias de las personas presentes inhalar cocaína y consumir otras sustancias.
Sin embargo, aclaró que nunca consumió drogas en esas fiestas y la primera vez en que las probó fue cuando era una estrella de la lucha libre.
Fue entonces que se volvió adicto a las drogas y comenzó a tener problemas personales e incluso dañó a sus seres queridos.
“Yo de repente llegaba tomado porque yo tengo un defecto o una virtud, a mí no me gusta tomar, no me gusta estar borracho, por eso cuando conocí la cocaína dije: ´-Esto es lo mío, de aquí soy´, fue creciendo, la dejaba por unos meses, pero volvía a caer, me ha costado mucho trabajo, ahorita afortunadamente ya no consumo cocaína”.
Shocker no ofreció más detalles de las fiestas de Rafael Caro Quintero, sólo habló de la presentación en estos eventos de varios famosos de la época.
Rafael Caro Quintero y las fiestas en prisión
La primera vez que Caro Quintero estuvo preso fue por el asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena Salazar; crimen que fue cometido en febrero de 1985, en Guadalajara, Jalisco.
En 2013 fue liberado porque un juez justificó que el criminal debió ser juzgado por un tribunal del fuero común y no del fuero federal.
El líder del extinto Cártel de Guadalajara abandonó el penal de alta seguridad de Puente Grande la madrugada del viernes 9 de agosto. Desde entonces, las autoridades desconocían detalles del paradero de quien fue considerado el “narco de narcos”.
La Interpol, el gobierno de Estados Unidos y el mexicano consideraron a Caro Quintero como un prófugo, y mantuvieron la búsqueda del hombre, que en ese entonces envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto.
Se recapturó el año pasado y permanece en prisión a la espera de su extradición.
Durante el tiempo que estuvo encarcelado Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo alias “Don Neto” en el Reclusorio Norte, gozaron de privilegios tras pagar fuertes sumas de dinero.
Fueron el escándalo en los años 80 ‘s al ser los padres del narcotráfico en México y dirigir al Cártel de Guadalajara, pero su historia de corromper a las autoridades siguió tras la rejas.
Según los documentos desclasificados que tiene el Archivo General de la Nación, los narcotraficantes metían a bandas de música sinaloense el día de sus cumpleaños para amenizar el ambiente de sus celdas acondicionadas.
De acuerdo con dos tarjetas de la extinta Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional, fechadas el 13 y 15 de noviembre de 1985, los criminales pagaron músicos para que les cantaran.
“Se tuvo conocimiento que en el reclusorio norte el 19 de octubre de 1985, entraron al reclusorio mencionado dos bandas de música sinaloenses de 12 músicos cada una, estuvieron tocando desde las 7:00 a las 19:00, en el dormitorio 10, donde se encuentran los internos RAFAEL CARO QUINTERO y ERNESTO FONSECA CARRILLO (a) Don Neto, ya que el mencionado interno festejaba su onomástico, así como 9 cajas de vino para dicha fiesta”, se puede leer en los documentos.
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De acuerdo a dichas tarjetas, los líderes del Cártel de Guadalajara compartían el dormitorio número 10 en la prisión, aislados de los demás reclusos ya que “eran de alta peligrosidad”, pero en realidad recibían privilegios para vivir en condiciones distintas a los demás internos.
El documento indica que Rafael Caro Quintero gozaba de privilegios en el Reclusorio Norte tras pagar fuertes sumas de dinero a sólo 6 meses de haber sido detenido en Costa Rica (4 de abril de 1985).
Pero no todo eran fiestas y botellas de vino. En la celebración del 20 de noviembre de 1985 el personal del reclusorio Norte detuvo a 3 personas que intentaron introducir 18 gramos de mariguana en unas naranjas huecas. Fueron detenidas y presentadas ante el Ministerio Público.
El director del reclusorio en 1985, Javier Villasagua Álvarez negó los hechos y dijo que los dos reclusos estaban aislados del resto de la población por lo que calificó los comentarios como “rumores de gente que no está conforme”.
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