‘El Culiacanazo’ del 2019 originó una cacería contra Ovidio Guzmán López, ‘El Ratón’, por parte de las autoridades de México que terminó el pasado 5 de enero del 2023.
Durante más de 36 meses se siguió a detalle cada movimiento del hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, quien aparentemente tenía como encargo controlar el tráfico de drogas en la Ciudad de México (CDMX).
Al hoy señalado por enviar cargamento de drogas a los Estados Unidos, la DEA lo consideró como una de las cabezas del Cártel de Sinaloa, responsable de la muerte de un cantante grupero, así como de otros delitos de alto impacto.
Guzmán López se convirtió en objetivo claro luego de que sus sicarios dejaron en octubre del 2019 una ola de destrucción en Culiacán.
Además, en este tiempo se convirtió en la imagen pública del CDS al repartir a nombre de ‘Los Chapitos’ regalos entre habitantes de las comunidades sinaloenses más humildes.
‘El Ratón’ huyó por varios años y nunca se imaginó que sería cazado en su propia guarida.
¿Dónde se escondió Ovidio Guzmán?
Un informe de la Secretaría de Marina y de la de Defensa Nacional (SEDENA), publicado por el periodista David Fuentes en la revista Proceso, detalló la vida secreta que llevó el narco en la Ciudad de México.
En apariencia eligió la capital del país para esconderse de las autoridades y trató de llevar un bajo perfil mientras delineó una estrategia para la expansión de su grupo en la urbe.
Los militares detectaron a Ovidio Guzmán calles de la colonia Roma, la Condesa, Nápoles y Santa Fe, zonas que cuentan con una diversidad de servicios y donde habitan las personas con un alto poder adquisitivo.
Constataron que el narco sinaloense realizó una vida de lujos, se hospedó durante medio año en el hotel Vermont y se paseó en camionetas blindadas de la marca Mercedez Benz o Land Rover por las calles de las zonas más exclusivas de la capital y comía en reconocidos restaurantes.
Se documentó que gustó por salir de fiesta a los antros más exclusivos y uno de sus pasatiempos favoritos lo puso en peligro de muerte.
Fuentes documentó que Ovidio iba todos los jueves al restaurante The Cheescake Factory -localizado en la planta baja del Parque Delta- y pedía un pastel y una malteada.
Pero lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió en un hábito que fue descubierto por integrantes de grupos contrarios que lo tenían bajo la mira.
Aparentemente los grupos rivales pusieron precio por la cabeza de Ovidio Guzmán y al enterarse del riesgo prefirió regresar a su natal Culiacán.
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