El 6 de enero se conmemora en México y otros países el Día de los Reyes Magos. Una festividad que tiene su origen en los regalos que los Magos de oriente presentaron al niño Jesús.
Es en este día cuando los niños y niñas del territorio nacional reciben los regalos que pidieron en su carta dirigida a los Reyes Magos.
Aunque la ilusión debe permanecer toda la vida, detrás de esta celebración hay una verdad que tarde o temprano se debe contar a los pequeños.
Se sabe que conforme crecen los niños, comienzan a preguntar respecto a la existencia de personajes de las fiestas de Navidad como Santa Claus o los Reyes Magos.
Es entonces que los padres y madres tienen como responsabilidad actuar correctamente ante la situación y evitar que la magia e ilusión infantil se termine.
¿Cuál es la magia de los Reyes Magos?
Aunque en la Biblia no se especifica que hayan sido tres los sabios que visitaron a Jesús; se asume que son tres por el número de regalos.
Pero la tradición de Oriente habla de 12 y hay pinturas de arte sacro que dibujan a dos u ocho.
La leyenda de los Tres Reyes Magos surge en el siglo VI. “Se encuentra en el Opus imperfectum in Mattheum redactado en latín por un escriba iraní cristiano”.
Es en el Evangelio de Mateo donde se habla de la existencia de los sabios de Oriente que llevaron como ofrenda al Niño Dios mirra, oro e incienso.
El pasaje bíblico refiere lo siguiente:
“Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde se hallaba el niño. Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no volvieran a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.
En la época moderna se tomó este escrito para establecer la tradición de los Reyes Magos.
Y uno de los puntos esenciales del festejo es que los niños reciban de Melchor, Gaspar y Baltazar regalos.
La regla para obtener los juguetes u obsequios es que se hayan portado bien durante el año.
Sin embargo, los padres deben enfrentarse en algún momento a una pregunta; ¿Existen los Reyes Magos?
Los expertos en psicología infantil consideran que cuando se comienza a dudar de la magia de la Navidad o de sus tradiciones, es deber de los adultos aclarar sus dudas y hablar siempre con la verdad.
TE PUEDE INTERESAR: Reyes Magos para dibujar. Imágenes y dibujos sencillos del 6 de enero para colorear
Las dudas de los niños no se establece por una edad determinada, esta llega en función del grado de madurez de cada uno, de su personalidad y también del entorno donde vive.
Entre los consejos para explicar o responder a sus dudas, hay que tomar en consideración lo siguiente:
- Se debe cuidar el lenguaje, ya que una sola palabra podría empeorar la situación.
- Debe ser con un mensaje sencillo que tus hijo pueda comprender y deja de lado los términos científicos.
- Evitar hablar con ellos con una actitud molesta o desesperada, seguramente ellos se sentirán de la misma manera, por eso trata con una forma cariñosa y cálida.
- En la mayoría de los casos, la reacción del niño será negativa y seguramente no comprenderá lo que le intentas decir, por esto la paciencia debe ser tu mejor aliado.
¿Qué herramienta te puede funcionar?
Desde hace varios años se difundió una carta que te puede ayudar a explicar a tus hijos la verdad de los Reyes Magos.
Antes de leerla, deben comprender que el mensaje debe darse con amor y recordarles que es una tradición que fomenta el regalo de juguetes como una figura mágica para alegrar a los pequeños.
Un tip es usar el texto que se viralizó para explicar la verdad a los niños y perpetuar la tradición.
La carta dice lo siguiente:
Apreciado papá y apreciada mamá,
Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer tu hijo o hija. Sabemos que tu niño los va a hacer muy felices a los dos. Ya saben que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos.
Necesitamos pediros tres favores muy importantes:
Primer favor: Que nos ayuden a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
Segundo favor: Como esto es un gran secreto, no se lo pueden decir hasta que les pregunten sobre si existimos. Cuando tenga esa duda, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque si no… ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
Tercer favor: Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos. Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que sus hijos se conviertan «un poquito» en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
