A más de cinco meses de salir libre tras cumplir su condena de lavado de dinero, Jessica Johana Oseguera González, hija de ‘El Mencho’, debe cumplir con requisitos como tener un trabajo y una residencia de ciertas características para evitar volver a la prisión.
La heredera del jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue presentada por la Fiscalía del Distrito de Columbia como una mujer que se hizo de lujos por estar frente a la red de blanqueo de dinero de la organización criminal más sanguinaria de México.
Además, señaló que la mexico-estadounidense decidió residir en Guadalajara, desde donde operó mínimo seis empresas que le dieron ganancias millonarias a su padre y socios delictivos.
En las pruebas que presentaron se mencionó que ‘La Negra’ de 2005 a 2020 entró 33 veces a los Estados Unidos.
Incluso le gustaba pasar sus vacaciones y en 2018 fue a esquiar a una montaña de Colorado y en la aduana reportó que traía unos 10,000 dólares en efectivo.
Tan sólo, el día de su detención en 2020, Oseguera González llevaba un reloj Rolex, un abrigo Louis Vuitton y un bolso Hermès, y tenía una cantidad sustancial de dinero en efectivo.
La vida de lujos de la hija de El Mencho
Jessica Oseguera, hija de El Mencho, quien puede ser considerada como una niña bien del narco.
En los expedientes del Tribunal del Distrito de Columbia se documentó que durante su adolescencia, juventud y etapa adulta pudo viajar a destinos turísticos exclusivos y estudiar en prestigiosas universidades de la ciudad.
Los testimonios escritos presentados por su defensa reafirman esta situación.
Al revelar que se recibió como licenciada en Mercadotecnia por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Una característica más que la califica como una mujer de sociedad en Guadalajara son sus servicios a favor de los sectores más vulnerables.
Las cartas de sus conocidos por medio de sus abogados, describen a la hija de El Mencho como una mujer bondadosa, preocupada por los sectores vulnerables y siempre dispuesta a colaborar.
Este tipo de acciones como reparto de regalos o despensas son muy socorridas por los grupos criminales para compensar todo el daño que causan en las comunidades más desprotegidas de las ciudades donde operan.
Pero a la Fiscalía no se le escapó que una mujer encargada de operar una red de empresas de lavado de dinero tenía tiempo para vacacionar en el lujoso complejo de Vail o ir sin problemas a un torneo de futbol en Los Ángeles para apoyar a su hijo.
Y para poder seguir su proceso en libertad ofreció como garantía una propiedad valuada en casi 500 mil dólares (10 millones de pesos).
También prometió fijar su residencia en un departamento en Columbia con una renta mensual de 3 mil dólares.