En caso que la defensa de Jessica Johana Oseguera González, hija de ‘El Mencho’, hubiera aceptado ir a juicio; la Fiscalía del Distrito de Columbia tenía preparado un documento donde exhibía aspectos de la vida diaria de la condenada por violar intencionalmente las prohibiciones de la Ley de Designación de Narcotraficantes Extranjeros, conocida como Kingpin.
Los expedientes federales dejaron constancia que ‘La Negra’ tenía una vida cómoda y su papel como administradora de negocios ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) le permitía acceder a círculos sociales muy exclusivos de Guadalajara.
Lejos de su infancia de carencias y momentos familiares complicados por la deportación de El Mencho; la adolescencia y juventud de Oseguera González fue de lujos e incluso recibió su educación superior en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO); universidad privada de la que egresó entre otros el actual gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
Sin embargo, la heredera del narco más buscado por los Estados Unidos creció y se mantuvo en un ambiente donde se habló de narcotráfico y otras actividades criminales.
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Y aunque durante su audiencia condenatoria dijo estar arrepentida por violar la ley y pidió una segunda oportunidad para reincorporarse a la sociedad; al salir de prisión estará en un periodo de libertad supervisada.
Los fiscales consignaron en el expediente que el día de la aprehensión de Jessica Johana Oseguera González, se le aseguró un reloj Rolex, un abrigo Louis Vuitton y un bolso Hermes. Además llevaba una cantidad sustancial de dinero en efectivo.
En la investigación tanto de la parte acusadora como de la defensa, se tuvieron reportes de que desde 2005 hasta febrero de 2020 ingresó a Estados Unidos al menos 33 veces.
Sobresale el viaje para esquiar en el Vail de Colorado del 2018; ahí llevaba consigo 10 mil dólares en efectivo.
Por su parte, sus abogados mencionaron que nunca se ocultó de las autoridades y siempre siguió los protocolos del cruce fronterizo.
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Pero en 2019, cuando acudió con su familia a un torneo de fútbol de su hijo en Los Ángeles, fue interceptada e incluso amedrentada por agentes de la DEA.
Como parte de la estrategia legal de la hija de El Mencho, le presentaron al juez más de veinte cartas de familiares, amigos, empleados y líderes religiosos que la describen como una mujer bondadosa, preocupada por los sectores vulnerables y siempre dispuesta a colaborar.
Una anécdota que documentó el abogado de Oseguera González fue cuando repartió entre personas en situación de calle tamales y un año después entregó cobijas en hospitales.
También presumen que encabezó una colecta para regalar bicicletas y juguetes a niños del barrio en una Navidad; y compró ropa y zapatos a menores en situación de calle.
La hija de El Mencho y una madre independiente
Al final aceptó su culpabilidad y pasó 23 meses en prisión, todo para regresar a casa junto a sus dos hijos, quienes eran cuidados, hasta antes de su detención, por su abuela Rosalinda González.
El motivo para dejar en manos de su madre a su hijo, de 14, e hija, de 6 años; es que se separó de su esposo Julio Alberto Castillo Rodríguez, quien también está identificado como un integrante de la banda de El Mencho.
‘La Negra’ describió que dejó de ver a su pareja por sufrir violencia verbal y se documentó que estaba con él desde los 17 años; cuando se embarazó.
Su nueva vida tendrá cambios sustanciales y en los próximos meses será estrictamente vigilada por las autoridades de Estados Unidos o de lo contrario su pena sería mayor.
En su búsqueda por atrapar al jefe del CJNG, las autoridades mantienen a su esposa y a su otro hijo tras la rejas en espera de procesarlos.
