Las autoridades tienen identificados a por lo menos nueve hijos legítimos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, y cuatro de ellos están presuntamente relacionados con el narcotráfico.
Fue el Departamento de Estado de los Estados Unidos el que puso a Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, entre los más buscados.
Por cada una de la cabeza de ‘Los Chapitos’ ofrecen cinco millones de dólares; informó la autoridad.
La administración de Andrés Manuel López Obrador, también informó que será prioridad para su gobierno detenerlos.
Y mientras su padre pasará el resto de sus días en la cárcel; sus herederos esperan no caer en manos de la justicia.
Sin embargo, algunos de sus hijos también estuvieron ya detenidos.
El primero en ser llevado ante un juez fue Iván Archivaldo, detenido el pasado 2005 en Zapopan, Jalisco, por lavado de dinero, aunque fue liberado en 2008 por falta de pruebas.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), lo integró a su ‘lista negra’ en 2012 tras incluirlo en la red de operaciones del cártel.
Al llamado sucesor del Chapo lo identifican como ‘El Rey de la Cocaína’, fue señalado de encabezar la operación en octubre del 2019 para liberar a su hermano Ovidio, quien fue retenido por marinos en Culiacán.
VER: ‘El Tom’, el narco del ‘Mencho’, y su extraña liberación
Precisamente Ovidio fue detenido en el 2019 durante un operativo realizado por militares en el lujoso fraccionamiento Tres Ríos, en Culiacán, ubicado a tan solo unos minutos de la Fiscalía General de Sinaloa, y cuyas casas tienen un costo superior a los siete millones de pesos.
Varios periodistas confirmaron que se dio con el paradero de Ovidio gracias a su pareja, señalan que las autoridades tenían días siguiendo a la novia y un descuido permitió acercarse a él.
Para su liberación varios sicarios comenzaron a realizar narcobloqueos y de esta manera el gobierno ordenó su liberación.
Sin tener los reflectores encima como sus hermanos Iván, Jesús Alfredo y Ovidio; Joaquín Guzmán López, ‘El Güero Moreno’, pasó años desapercibido por las autoridades y pudo traficar toneladas de drogas a los Estados Unidos como lo hizo su padre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
La Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) sigue las operaciones del heredero de ‘El Chapo’ desde hace por lo menos quince años, cuando decidió integrarse a la célula del Cártel de Sinaloa de ‘Los Chapitos’.
Su discreción le permitió convertirse en uno de los principales distribuidores de cocaína, marihuana y metanfetamina de México a Estados Unidos entre los años 2008 y 2018.
‘El Güero Moreno’ es el hijo mayor del matrimonio que conformó ‘El Chapo’ con Griselda Guadalupe López Pérez; quien también es madre de Ovidio.
Por su parte, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como “El Alfredillo”, es líder de una de las facciones del cártel de Sinaloa, junto a Ovidio, quien es su medio hermano.
Hijos de ‘El Chapo’ en regla
No todos los hijos ‘El Chapo’ decidieron seguir sus pasos en el crimen organizado, ejemplos como los de César y Alejandrina Guzmán deja constancia de que pueden buscar su profesión en actividades dentro de la ley.
A pesar de ser la dueña de la polémica tienda de ropa online ‘701’, donde se comercializan productos con la cara del narco mexicano.
Alejandrina Guzmán Salazar estudió para convertirse en doctora.
La más conocida de sus herederas tiene el espíritu empresarial y se convirtió en socia mayoritaria de la empresa de Servicios Especializados en Vacunación, Cegival, S.A. de C.V., fundada en Puerto Vallarta.
La compañía tenía como objetivos la comercialización de medicamentos y cosméticos.
Así como la recolección de células madre, banco de sangre y distribución de implantes y prótesis.
César Guzmán Salazar se alejó del narcotráfico y prefirió ingresar al sector empresarial para producir sus ingresos de forma honrada.
Las cuentas del hijo del Chapo y de Alejandrina Salazar aparentemente no están boletinadas por las autoridades.
En el caso de César el deseo por convertirse en un negociante es especial, algunas de sus compañías se fueron a la bancarrota.
Pero al contrario de irse para abajo o desanimarse encontró el impulso necesario de formar nuevos proyectos.
Otra peculiaridad del hijo de Guzmán Loera es el evitar polémicas o escándalos en redes sociales.
Ahí sus hermanos mostraron sus lujos, excesos y viajes producto de la riqueza acumulada por la venta y trasiego de la organización de su padre.