Su firma personal era la de pasar desapercibido y evitar disputas entre grupos criminales, pero aún así Juan José Esparragoza ‘El Azul’ estuvo tres veces en la cárcel y gracias a sus abogados salió libre sin cargos o condenas por cumplir.
Su ingreso al crimen organizado ocurrió en la década de los setenta cuando aprovechó su puesto en la Dirección Federal de Seguridad para relacionarse con los policías corruptos que comenzaron a presentarlo con los jefes de los grupos delictivos de México.
Esparragoza Moreno es considerado como uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara; se relaciona con los llamados ‘padres del narco’, Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca ‘Don Neto’, pero sus actividades ahí fueron más como ‘publirrelacionista’ y mantener la cooperación con dependencias de seguridad como las extintas Policía Federal, Procuraduría General de la República y hasta con la SEDENA.
Al desarticular el grupo criminal, Esparragoza se alió a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera para fundar el Cártel de Sinaloa, pero su labor consistió en ser un conciliador, según reportes de inteligencia de los Estados Unidos era el hombre responsable de acabar con las disputas violentas entre los cárteles de Sinaloa, Juárez, Tijuana y el del Golfo.
Pero otras actividades a cargo de Esparragoza Moreno fue financiar cultivos de marihuana entre agricultores sinaloenses y por eso se le calificó como un eslabón para el desarrollo de los narcotraficantes locales.
En los últimos años se alejó de la vida criminal y con un bajo perfil siguió con tareas no trascendentales e incluso, se ha mencionado que prohibió que le escribieran corridos.
Debido a este retiro y discreción, se sugirió que ‘El Azul’ murió a causa de una enfermedad, pero a la fecha ninguna autoridad confirmó la versión de su deceso.