A pesar de confirmar Gerardo Octavio Solís Gómez, fiscal de Jalisco, que no había una orden de aprehensión vigente contra Carlos Enrique Sánchez Martínez ‘El Cholo’, presunto jefe del Cártel Nueva Plaza; se contradice con la información que brindó la propia Fiscalía General de Jalisco (FGE) en 2015, cuando por medio de un boletín de prensa acusó al hoy occiso de portación de drogas y de buscarlo por su presunta participación en el asesinato de un hombre ocurrido en el 2007.
Tras presumir la detención del entonces operador de Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’; nunca se informó de la manera en que recuperó su libertad.
En el 2017 se supo que ‘El Cholo’ traicionó al Cártel Jalisco Nueva Generación y comenzó una cruenta guerra contra sus socios, misma que causó un incremento de homicidios en el Área Metropolitana de Guadalajara.
La pugna alcanzó su punto máximo cuando narcos del Mencho confundieron a tres estudiantes de cine con integrantes de Nueva Plaza; los jóvenes fueron secuestrados y asesinados.
Lo extraño de la liberación de Sánchez Martínez fue cuando un juez fijó una fianza ridícula para dejar el Reclusorio Preventivo de Guadalajara por la portación de cocaína, pero nunca consideró la acusación del asesinato de Mario Alberto Zaragoza Tovar.
La investigación de la dependencia detalló que en el cruce de las calles Rancho Los Portales y Rancho Las Sillas estaba ‘El cholo’ discutiendo con una mujer, al lugar acudió Zaragoza Tovar.
Aparentemente la mujer era ex pareja sentimental de Mario Alberto, quien por defenderla sacó una pistola y amenazó al ‘Cholo’, sin embargo, éste también portaba un arma de fuego y al verse amenazado la sacó y accionó para quitarle la vida al hombre.
Sánchez fue detenido posteriormente y consignado ante el Juez Décimo Quinto en Materia Penal, sin embargo, lo liberó el 24 de julio de 2008 bajo el argumento de falta de pruebas. El Ministerio Público apeló dicha decisión, misma que en enero de 2009 fue revocada en segunda instancia y se ordenó que se girara la orden de aprehensión.
Su presunta relación con mandos policiales de Guadalajara y de la Ciudad de México le permitió a su cártel disputar al Mencho el control del tráfico de drogas en la ciudad, pero todo terminó el pasado jueves cuando lo asesinaron.
