En la asignatura de Historia de quinto de primaria, se veré el tema: “Repaso: la primera mitad del siglo XIX. Parte 2”, con el cual los alumnos ubicarán procesos de la primera mitad del siglo XIX aplicando los términos década y siglo, y localiza cambios en la división territorial.
Durante esta sesión se tratarán hechos que marcaron la primera mitad del siglo XIX, para empezar, vamos a repasar, cuál fue un problema que enfrentó México en sus primeros años de su vida independiente.
Como recordaras, fueron varios problemas, pero tal vez el más importante fue que la economía había quedado muy debilitada después de los once años que duró la guerra de Independencia y muchos comerciantes y agricultores estaban arruinados, además, la sociedad estaba muy dividida por la desigualdad, porque seguía existiendo discriminación hacia muchos grupos sociales y sólo una minoría vivía muy bien mientras que la mayor parte de la población vivía en gran pobreza.
La desigualdad social era una herencia de la época colonial, cuando la sociedad estaba dividida en castas que clasificaban a las personas de acuerdo con su raza, etnia y color de piel. Ya en la época Independiente, la debilidad de la economía era el problema más grave, pero también estaba el endeudamiento del país que trajo consigo problemas políticos y, por supuesto, otro problema fue la falta de acuerdos entre los grupos políticos que querían cosas muy distintas para el país.
Como sabes el primer gobierno de México independiente fue una monarquía, pero,
¿Qué es una monarquía?
Una monarquía es un sistema de gobierno en el que una sola persona es la jefa del Estado, o sea, donde un rey o una reina tienen la máxima autoridad a lo largo de toda su vida y luego les heredan el poder político a sus descendientes. En el caso del primer gobierno del México Independiente, el monarca fue el militar criollo Agustín de Iturbide.
Recordemos que Agustín de Iturbide no fue la primera opción para ocupar el trono, porque originalmente se buscaba que el monarca de México fuera un príncipe español, eso decía el Plan de Iguala, pero como España no reconocía nuestra independencia, no envió a ningún príncipe a ocupar el trono, así las cosas, el Congreso mexicano nombró emperador a Agustín de Iturbide, y así se fundó el Imperio mexicano.
Después del fracaso del Imperio de Iturbide, se propuso que México se convirtiera en una República, pero no todos estaban de acuerdo sobre el tipo de República que querían, pero,
¿Cuáles fueron las dos formas de República que llegaron a instaurarse durante esta época?
La República Federalista y el otro tipo de República Centralista. Recordemos que la diferencia entre el federalismo y el centralismo estaba en la forma de distribuir el poder político: en el federalismo, cada estado tenía el poder de gobernarse a sí mismo; en el centralismo, el poder se concentraba en la capital y desde ahí se controlaba lo que sucedía en el resto del país.
Además de fortalecer a los estados, los federalistas creían que era necesario un equilibrio entre los poderes del presidente, el Congreso y la Suprema Corte de Justicia. Para los centralistas era muy diferente, porque ellos querían darle más poder al presidente e incluso inventaron un grupo que se llamaba “Supremo Poder Conservador”.
Ese Supremo Poder Conservador era un grupo de 5 personas que se encargaban de supervisar a los otros poderes y ponerles límites. Otra diferencia importantísima era que, con el federalismo, el territorio se dividía en estados donde los habitantes podían elegir ellos mismos a sus gobernadores mediante el voto; pero en el centralismo, como el territorio estaba dividido en departamentos y los habitantes no tenían derecho de votar, era el presidente quien se encargaba de nombrar a los gobernadores.
Continuemos con la siguiente pregunta,
¿Qué países extranjeros tenían interés en México y por qué?
Por supuesto fueron, Inglaterra, España, Francia y Estados Unidos, porque en 1846 le declaró la guerra a nuestro país, estos países estaban tan interesados en México. España no quería reconocer que México ya no era su colonia y quería reconquistarlo. Francia como Inglaterra tenían intereses económicos, pero en el caso de Inglaterra era porque le interesaba que México no dejara de pagarle los préstamos que le había dado, mientras que en el caso de Francia era porque exigía que México le pagara por los daños a sus paisanos que ocasionaban todas las guerras y levantamientos. Por último, Estados Unidos quería expandirse y por eso le interesaba quedarse con parte de nuestro territorio.
Otra interrogante que surge en este momento es,
¿No fue por la gran cantidad de colonos estadounidenses que se habían ido a vivir ahí desde hacía muchos años?
Todos esos colonos estadounidenses empezaron a instalarse en Texas desde que Napoleón Bonaparte le vendió a Estados Unidos los territorios de Luisiana y Florida en 1803. Lo que sucedió con esto fue que se recorrió la frontera entre México y Estados Unidos, y así Texas se volvió una zona más cercana y accesible para los colonos.
Por ahí empezaron a pasar montones de colonos estadounidenses hasta que llegó un momento en que eran muchísimos más los estadounidenses que los mexicanos. En 1834 se calcula que en Texas vivían aproximadamente 30 mil estadounidenses y apenas unos 3 mil mexicanos. Esto también se volvió problemático porque, culturalmente, los mexicanos y los estadounidenses eran muy distintos, unos hablaban español y otros inglés; unos eran católicos y otros eran protestantes; mientras que en México la esclavitud estaba prohibida, en Estados Unidos era la base de una parte grande de su economía.
Es importante mencionar que los colonos que llegaban a vivir a Texas los motivaba la creencia de que Estados Unidos era una nación destinada a crecer y a dominar otros territorios. Los colonos estaban felices viviendo bajo sus propias condiciones en el remoto territorio de Texas, donde era muy difícil que las autoridades mexicanas los obligaran a cambiar sus formas de vida, así que cuando en 1835 se proclamó la República Centralista y los texanos se vieron obligados a someterse a la autoridad central mexicana, se rebelaron.
Veamos la siguiente pregunta,
¿Cómo acabó la Guerra con Texas?
La Guerra contra Texas terminó oficialmente en 1836 con la firma de los Tratados de Velasco, un documento que Antonio López de Santa Anna tuvo que firmar por la fuerza una vez que los texanos rebeldes lograron capturarlo, pero esta es una anécdota muy interesante, así qué tal si vemos un video que lo explica muy bien.
Observa el siguiente video del segundo 00:01 al 00:57
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Texas perdido por una siesta.
https://aprende.org/comparte/fx3p23
Podría apostar que no sabías que Texas se había perdido por una siesta, bueno es una razón más para no dormir mientras estamos haciendo algo importante.
De este modo,
¿Cuáles fueron las consecuencias de la guerra contra Estados Unidos?
La pérdida de territorio que ocasiono una crisis económica y política. Recordemos que la guerra contra Estados Unidos terminó oficialmente en febrero de 1848, cuando se firmó el tratado de Guadalupe-Hidalgo en el que México aceptaba la pérdida de los territorios de Alta California y de Nuevo México y que estos se integraran a Estados Unidos. Y sí, efectivamente, esta guerra y la pérdida de territorios trajeron en los siguientes años una etapa de crisis política e inestabilidad económica en nuestro país.
Pero además hubo otras consecuencias como:
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Se admitió la anexión de Texas a E.U.
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Se marcó una nueva frontera norte para el país.
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Se perdieron vidas humanas y recursos.
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Hubo un despertar de la conciencia nacional.
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Crisis política y económica.
El día de hoy terminamos de repasar la primera mitad del siglo XIX los principales acontecimientos que sucedieron en México durante esa época.
La próxima semana estaremos repasando la segunda mitad del siglo, específicamente, desde la etapa de la Reforma Liberal hasta la República Restaurada.
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