Su irrupción en la vida criminal del país fue cruenta y violenta, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) surgió en 2010 como brazo armado del Cártel de Sinaloa y fue usado para luchar contra los Zetas.
Pudo tomar las riendas del tráfico de drogas tras derrotar a sus antiguos aliados, una célula del Cártel del Milenio identificada como ‘La Resistencia’, quien era liderada por Ramón Pozos, ‘El Molcas’.
Sus fundadores son Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, y Erick Valencia, ‘El 85’; ambos encontraron respaldo financiero en el Cártel de los Cuinis, integrado por los hermanos González Valencia.
Decidió tomar su sede en Guadalajara, desde esa ciudad cuna de los primeros grupos criminales más despiadados, para expandir su dominio en casi todas las regiones del país.
El último informe de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) detallan que el CJNG opera en 24 estados de México y fabrica y distribuye grandes cantidades de metanfetamina, cocaína, heroína y fentanilo a Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Atlanta.
Su consolidación se debió a la confrontación contra grupos hegemónicos como su ex aliados del Pacífico, La Familia Michoacana y otros grupos delictivos.
Osegura Cervantes permitió a sus familiares cercanos integrarse al CJNG, varios de los detenidos son personas muy allegadas al delincuente y dos de sus hijos, Rubén y Johana, están presos en los Estados Unidos.
Además, su cuñado Abigael González Valencia permanece recluido en México a la espera de la extradición.
Su ambición por forjarse como el cártel hegemónico lo mantiene en disputa con grupos locales como el Cártel de Sinaloa, el de Santa Rosa de Lima y Los Viagra.
Por el ‘Mencho’ se ofrecen más de diez millones de dólares y se dice que gracias a la formación militar que le aplica a sus sicarios y sus enfrentamientos continuos contra corporaciones de Seguridad evitan su captura.