Joaquín Guzmán Loera enfrentó varias situaciones personales para poder derrotar a sus cárteles rivales y en respuesta recibió serias ofensas que lo pusieron al límite de pensar ceder el poder en el tráfico de drogas.
Algunos narcos pensaron en atacar a la familia de Guzmán Loera para obligarlo a renunciar a su liderazgo en el Cártel de Sinaloa, pero no fue necesario ya que en el 2016 fue recapturado y un año después extraditado a los Estados Unidos, donde fue sentenciado a pasar toda su vida en la cárcel.
Pero en su recuerdo persiste el día en que Jesús Alfredo “El Mochomito” Beltrán junto a su comando se posó en la casa de María Consuelo Loera, madre del Chapo, y decidió amenazarla. Al parecer la intervención de otras cabezas de la organización del Pacífico evitaron que la situación se fuera a mayores y evitar más derramamiento de sangre.
Sin embargo, el sobrino de Guzmán Loera programó junto a otros narcos como Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’ y Dámaso López, ‘El Lic’, el secuestro en el restaurante ‘La Leche’, en Vallarta, a sus hijos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán.
De nuevo Ismael ‘El Mayo’ Zamabada exigió al narco mexicano seguir ofendiendo a Guzmán Loera, y tras pagar un millón de dólares se logró liberar a sus herederos.
El odio que tenía ‘Mochomito’ fue porque supuestamente El Chapo” negoció la entrega de su padre Alfredo Beltrán a las autoridades.
Mochomito fue detenido en diciembre de 2016 junto a otras cuatro personas durante un operativo de la Secretaría de Defensa y la Policía Federal mexicana. No se disparó una sola bala.
La detención se produjo en Zapopan, durante la redada se incautaron una pistola 9mm, 100.000 pesos mexicanos en billetes de 500, 3.878 kilogramos de cocaína, dos armas de fuego calibre .38, un fusil de asalto AR-15 y un subfusil calibre 5.7mm.
