Su renacer en el mapa criminal de México fue gracias al padrinazgo de Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, que dio apoyo a ‘La Nueva Familia Michoacana’ para permitirle ganar la guerra contra bandas rivales que buscan controlar el tráfico de drogas en Michoacán.
Los reportes de inteligencia refieren que los integrantes de este cártel que cimbró a México con los granadazos en Morelia o por ser los primeros en realizar sangrientos ajustes de cuenta, salieron de su estado origen para asentarse en el Estado de México.
Desde ahí, los hermanos Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez”, y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa”, buscan regresar a Michoacán para retomar el trono que ostentaron sus fundadores como Nazario Moreno, “El Chayo”; Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, José de Jesús Méndez Vargas, “El Chango; y Dionicio Loya Plancarte, El Tío.
Sin embargo, el rompimiento de la alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) les está trayendo problemas y aunque ya hay células presentes en territorio michoacano, operan con más comodidad en Guerrero, Colima y el propio Edo. Méx.
Por las cabezas de los hermanos Hurtado, las autoridades mexicanas ya ofrecen 500 mil pesos de recompensa por su captura.
A estos criminales se les relaciona con la matanza en Tlatlaya; en varios expedientes se menciona que fueron ellos quienes ordenaron al batallón 102 de infantería ejecutar extrajudicialmente a 10 personas en una bodega, la madrugada del 30 de junio de 2014. Al parecer los Hurtado sobornaron a los militares para matar a miembros de Guerreros Unidos, un grupo criminal rival a la Familia Michoacana.
Aún no está claro si Jesús Méndez, El Chuchín, hijo de “El Chango Méndez” y compadre de “El Mencho” es otro liderazgo; o si ya pactaron con ‘Los Viagras’ el reparto de control.
Los nuevos rostros de la Familia Michoacana prefieren la discreción y no quieren repetir el patrón de sus antecesores, donde incluso ‘La Tuta’ usó Youtube para exhibir a cómplices.