De no ser por estar ligada a la red familiar de lavado de dinero de Rafael Caro Quintero, María Elizabeth Elenes, primera esposa del narco, su identidad jamás habría salido a la opinión pública.
La madre de los cuatro hijos mayores del fundador del Cártel de Guadalajara prefirió mantenerse lejos de las actividades criminales y no fue hasta que la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) la colocó en la lista de personas que son testaferros.
En un reporte del 12 de junio de 2013 de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), señaló a seis integrantes de su familia, entre los prestanombres que se incluyeron destacan el de la ex esposa de Caro Quintero, María Elizabeth Elenes Lerma, su pareja Diana Espinosa Aguilar, así como sus hijos; Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibrán; además agregaron a su nuera Denisse Buenrostro Villa.
Se menciona que la ex mujer y sus herederos eran vistos como parte de la sociedad tapatía y eran inversionistas de negocios exclusivos con sede en las plazas comerciales más famosas del AMG.
Elenes quizá fue opacada por el romance que sostuvo Caro Quintero con Sara Cosío Vidaurri Martínez, la sobrina del entonces gobernador, Guillermo Cosío Vidaurri.
El romance fue muy publicitados por los medios de comunicación de la época e incluso se rumoró que Caro Quintero secuestró a la familiar del político y se negó que ella se fugara por propia voluntad.
Tan es así, que en las series biográficas del capo no se le menciona.
