Al confirmar sólo una relación laboral con los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo, el popular comediante de los ochenta, Ricardo González ‘Cepillín’, aceptó que amenizó fiestas y reuniones de los capos y siempre fue tratado como ‘un rey’.
Aparentemente los jefes de los cárteles de las drogas buscaban pasar desapercibidos en las zonas residenciales donde decidían vivir, pero en el momento de organizar fiestas no escatimaban y contrataban a los artistas de moda de la época.
Fue así como Cepillín era uno de los preferidos por los narcos y pudo conocer a los familiares, de quienes refirió ser unas excelentes personas.
Una de sus reglas era no preguntar jamás sobre la profesión o identidad de sus jefes, por lo que así se evitó varios problemas.
Contrario a lo pensado, González dijo que tanto Caro Quintero como ‘El Señor de los Cielos’ fueron muy espléndidos con él y al finalizar la presentación siempre le daban regalos lujosos.
Recordó que en una ocasión Carrillo le obsequió un centenario, por amenizar un bautizo.
Por su parte, ‘El Narco de narcos’ en una fiesta en Sonora lo trató como rey y el pago por sus servicios fue muy bueno.
