En la cruenta lucha ocurrida por el control del tráfico de drogas entre los cárteles de Sinaloa y los Arellano Félix se escribieron capítulos muy oscuros, uno de ellos fue cuando Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera e Ismael ‘El Mayo’ Zambada comenzaron a tocar a los familiares de sus rivales.
Con sede en Tijuana, los hermanos ubicaron a tres mujeres emparentadas con ‘El Mayo’ que estarían por llegar a la ciudad en 2010, le encomendaron a Uriel Quintero, El Java, la misión de secuestrarlas.
El plan salió a la perfección; a su llegada al aeropuerto de Tijuana; la prima, tía y sobrina del Mayo Zambada fueron secuestradas por hombres armados, quienes habrían seguido las órdenes de El Java y El Sillas.
No obstante, ocurrió el rescate de las mujeres pasados algunos días, tras lo cual habría comenzado la venganza de El Mayo, quien se enteró de quiénes eran los involucrados.
Zambada investigó la identidad de los responsables del rapto y exigió a sus sicarios traerle la cabeza del Java.
Fue a principios de noviembre del 2010 cuando apareció ejecutado Salvador Quintero, hermano de El Java, pero la venganza la cristalizó hasta el día 1 de marzo, cuando fue ejecutado en Tlaquepaque. La versión es que nunca se identificó si el CDS o el de Jalisco Nueva Generación fueron los que lo asesinaron, al ser Quintero un enemigo en común de los cárteles.
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