No sólo Nemesio Oseguera Cervantes debe batallar con los cárteles rivales que pretenden arrebatar diferentes plazas donde su organización criminal domina el tráfico de drogas, el secuestro y la ordeña de ductos de gasolina, en Puerto Vallarta se anunció una pugna entre liderazgos del grupo delictivo.
Todo inició cuando ‘El Mencho’ encomendó a Carlos Andrés Rivera Varela, apodado «La Firma», la jefatura del paradisiaco puerto jalisciense, al parecer el delincuente de origen colombiano llegó con sus propios proveedores de drogas y como no fue bien aceptado por las antiguas cabezas se desató la lucha.
Rivera Varela trabaja con conexiones criminales en Sudamérica y Centroamérica y reclutó a sicarios de su entera confianza para evitar ser presa de grupos rivales, una de sus primeras decisiones fue limpiar la casa.
El exterminio de viejos liderazgos del CJNG comenzó con el grupo de Agustín González Chavarín, apodado como «Don Guti», principal operador del CJNG en Puerto Vallarta, escribió en su columna el periodista Jorge Fernández Menéndez.
Para quitarle poder a Don Guti, la gente del colombiano les ofreció dinero a los pobladores de la sierra y de la costa a cambio de información sobre el viejo jefe del cártel y su gente, para aniquilar sus bases de operación.
Se mencionó que Rivera Varela es uno de los supuestos sucesores del Mencho en el CJNG y Vallarta es una plaza clave para cualquier grupo criminal, debido a que es paso obligado de precursores químicos que vienen de Asia a través de los puertos de Manzanillo, Colima; y Lázaro Cárdenas, Michoacán; ingredientes usados en los laboratorios clandestinos del municipio.
Al fabricar las drogas sintéticas, desde ese punto se envían a las ciudades de Estados Unidos, muchos de los cargamentos sin necesidad de pasar por puntos fronterizos como Tijuana o Juárez.
Las autoridades identificaron esta guerra interna como un factor para el incremento de los homicidios en la región y el aumento de la violencia.
VER: El pasatiempo preferido del ‘Mencho’
