Para realizar sus actividades criminales, los cárteles de las drogas en México echan mano de adelantos tecnológicos o de la ingeniería más peculiar para aventajar tanto a las autoridades como a sus grupos rivales, no es raro que en los caminos rurales o en las principales avenidas de metrópolis mexicanas se observen monstruosas moles sobre ruedas.
Los autos son elaborados en talleres clandestinos y ahí los equipan de blindaje, armas y otras herramientas que provocan sanguinarios episodios en la llamada lucha contra el narco.
Una de las organizaciones criminales pioneras en el uso de los vehículos monstruos fueron ‘Los Zetas’, cuando todavía eran parte del Cártel del Golfo, varios de los autos fueron decomisados y presentados ante los medios de comunicación.
En 2001 se incautó en una bodega de los ex militares, ubicada en Nuevo Laredo, cuatro tanques y otros 23 camiones que serían modificados.
A pesar de su tamaño, los automotores pueden llegar a una velocidad de 70 km/h. Los modelos de coches que modifican pueden ser el Ford F-350 o el Dodge Ram 4000, así como Freightliner o camiones tractores Peterbilt.
En la actualidad, la célula criminal ‘Los Metros’, sucesores de ‘Los Zetas’ en el Cártel del Golfo’, siguieron la tradición de usar vehículos blindados para patrullar las calles y llevarlos a enfrentamientos contra militares o rivales.
Usuarios de las redes sociales exhibieron un auto de alta seguridad y con un arma de grueso calibre que recorre las calles de un pueblo de Tamaulipas.
Se dice que este vehículo es similar al que tenía Santiago Mazari, El Carrete, líder del cártel de Los Rojos, para protegerse.
El capo bautizó a su transporte como ‘La Fortaleza’, ya que estaba cubierto con placas de acero que servían como blindaje para evadir balas de calibre.