Ana Ibarra Avilés, Encargada de Soporte de Tecnología Educativa de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), alertó que cada vez aparecen más fobias causadas por la adicción a Internet.
Otro trastorno que se ha vuelto común en la población es la nomofobia: el miedo irracional a no salir sin el teléfono. También el phubbing que consiste en no poner atención a las personas mientras se convive con éstas, ya que se está viendo el celular.
También han nacido problemas que cada vez son más comunes como el grooming: cuando un adulto se hace pasar por un niño para engañar a otros niños para abusar de ellos o usarlos con otros propósitos. También el sexting, el intercambio de mensajes sexuales, eróticos y pornografía y el bullying que es el acoso a las personas dentro de blogs, redes sociales y páginas digitales.
Señaló que la adicción a la tecnología digital puede suceder por aburrimiento, soledad, falta de amigos, mal humor, rabia o nerviosismo e interfiere en las obligaciones o actividades vitales como el sueño, alimentación y el ocio.
La adicción al Internet, continuó, tiene que ver con el consumo del contenido dentro del mismo como videos, juegos, música e interacción con personas. Ésta puede ocasionar pérdida de control de la conducta de la persona ya que trata de aliviar un malestar emocional a través de las tecnologías y lo convierte en un refugio.
Una de las maneras para saber si se es adicto al Internet es buscar limitar el tiempo de uso del móvil, la tablet u ordenador y analizar si lo ha conseguido o se ha sentido ansioso, malhumorado o triste al disminuir su consumo.
Finalmente dijo que los excesos de la adicción al internet y redes sociales se pueden notar en las áreas laborales donde se reduce la productividad, hay pérdidas en las organizaciones, descuidos que pueden costar millones a una compañía, mala atención al usuario o cliente y descuido de labores comunes.