Pocas veces las esposas o parejas de los narcotraficantes pueden estar fuera de los negocios ilegales, pero existen algunas que no fueron acusadas o señaladas por las autoridades de México y Estados Unidos.
El más conocido es el de Emma Coronel Aispuro, tercera esposa de Joaquín Guzmán ‘El Chapo’, quien presume su libertad al salir e ingresar de los Estados Unidos e incluso se rumora que pronto se integraría a un reality show.
Aunque su nombre fue mencionado en el juicio contra su pareja, ni la Justicia nacional o del país vecino decidió iniciar una investigación por su presunta participación en la segunda liberación del capo, se menciona que su rastro es seguido de cerca.
La suerte de la ex reina de la belleza no la pueden presumir Alejandrina Salazar ni Griselda López, primeras esposas del Chapo, quienes están boletinadas por la Agencia Antidrogas y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
La esposa de Amado Carrillo Fuentes, Sonia Barragán, fue investigada por la Fiscalía Antidrogas y no encontró pruebas que la relacionen al tráfico de drogas o con algo indebido.
Su argumento fue que jamás conoció las actividades criminales de su marido y desconoció cómo se hizo llegar de los recursos para mantener a sus familias.
Otra que fueron detenidas, pero posteriormente liberadas por un Juez, fueron las esposas de Luis Valencia y Nemesio Oseguera Cervantes, Alicia Sandoval y Rosalía González, la primera comprobó ser una mujer empresaria dedicada a la exportación de artesanías en Tonalá, mientra la integrante de ‘Los Cuinis’ pagó una fianza para ser liberada.
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