Antes de ser conocida a nivel internacional por ser una de las primeras mujeres con un rol activo en el tráfico de drogas, Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico, tenía como anhelo convertirse en periodista.
En un reportaje publicado por la BBC en su portal de internet se dejó constancia que la sinaloense cursó la carrera de Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Ávila Beltrán, de entonces 18 años, siempre llegaba tarde a clases, no se relacionaba con nadie y de no ser por los autos del años en los que arribaba pasaría desapercibida, narra un excompañero de escuela.
El testimonio recuerda que la considerada mujer más poderosa del narcotráfico en México era desconfiada, callada y le gustaba presumir sus joyas.
Detalló que todos los del grupo creían que Sandra era pariente de narcos o novia de alguno porque presumían lujos, años después la sospecha se confirmó al difundirse el rol de ‘La Reina del Pacífico’ en el Cártel de Sinaloa.
La mujer no terminó sus estudios y a partir de dejar la carrera se involucró en el negocio de las drogas.