La ordeña de ductos de Pemex en Jalisco siempre fue un delito recurrente, pero con la aparición del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el ilícito se disparó de forma preocupante, uno de los culpables fue Rubén Oseguera, ‘El Menchito’; hijo de Nemesio Oseguera Cervantes.
Cuando fue capturado por segunda vez por la autoridades, la entonces Procuraduría General de la República (PGR), actual Fiscalía General, difundió que entre las principales actividades ilegales del heredero del Mencho era coordinar el robo de combustible, así como del trasiego y la compra venta de droga procedente de Sudamérica.
Aunque en el 2014 cayó el junior, CJNG se mantuvo en el negocio del ‘huachicoleo’ por las ganancias millonarias que obtenían.
La lucha por el control del negocio ilícito se está tornando más violento; el motivo es que la gasolina robada no sólo es revendida a estaciones, los cárteles la usan para sus vehículos y como parte de los insumos en la fabricación de drogas sintéticas como la metanfetamina.
A Rubén Oseguera se le atribuye ordenar asesinar a personas que se negaron a trabajar para su grupo criminal y ser el autor intelectual de los cercos de seguridad que instaló en los límites de Jalisco y Colima para evitar la intromisión de organizaciones antagónicas.
VER: El Mencho, un narco casi fantasmal