Los expedientes desclasificados de la investigación de la Procuraduría General de la República del homicidio del candidato del PRI a la Presidencia de 1994, Luis Donaldo Colosio, evidenciaron que quince días antes del magnicidio, Mario Aburto, el hombre sentenciado por el crimen, inició un noviazgo con una adolescente.
Graciela, de 16 años, conoció al asesino confeso en la maquiladora “Cameros Magnéticos”, donde fabricaban cintas para cassettes.
La joven declaró ante las autoridades que Aburto le confió ser simpatizante de un partido político y ahí lo conocían como ‘Caballero Águila’. Además, en los documentos se asentó que el hombre le presumió su conocimiento en el manejo de armas de fuego.
Al ser interrogada por las autoridades, la muchacha reveló que Mario vivió cuatro meses en Chiapas durante la época del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y su estancia la patrocinó el ‘partido Cardenista’.
Sin embargo, al momento del careo la novia negó todos sus dichos y le pidió a los policías borrar lo previamente declarado.
En el documento se establece que Mario le dijo con lágrimas en los ojos eligiera entre su familia y él; al escuchar la frase, Graciela rompió en llanto y negó lo del viajes, las armas y su afiliación partidista.
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