Prefirió traicionar a sus aliados a cambio de convertirse en uno de los liderazgos más visibles en el grupo criminal que encabezaron Erick Valencia, ‘El 85’ y Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’.
Juan Carlos Carranza Saavedra, alias “El Ñaca”, pronto mostraría su fidelidad a sus nuevos jefes con una de las peores matanzas que se recuerde en el México Moderno.
Al conocer Veracruz gracias a su labor con ‘Los Zetas’, sabía perfectamente el punto de reunión de sus ex amigos y junto a sus sicario preferido, identificado como Ricardo Pacheco Tello, “El Quino”, la noche del 19 de septiembre del 2011 levantaron a 35 personas y tras darle muerte arrojaron los cadáveres en la glorieta de los Voladores de Papantla, en Boca del Río, Veracruz.
A partir de ese momento, la organización criminal que fungía como brazo armado del cártel de Sinaloa emergió con el nombre de ‘Los Matazetas’.
Con el transcurrir de los meses, el Ñaca arrebató de las manos de sus ex jefes la plaza y se la entregó a sus nuevos cómplices de delitos.
Pero tanto Heriberto Lazcano, ‘El Lazca, como el resto de los jefes Zetas, decidieron cobrar venganza y ofrecieron una jugosa recompensa por la cabeza de Carranza Saavedra, pero las propias autoridades de Veracruz ofrecieron 3 millones de pesos para la persona que aportara datos que permitieran detenerlo.
‘El Ñaca’ fue vinculado al homicidio del periodista del diario Notiver en Veracruz, Miguel Ángel López Velasco y de su esposa e hijo.
Carranza se refugió en Jalisco y presuntamente en mayo del 2013 fue abatido durante un enfrentamiento con elementos de la Marina, ocurrido en la Torre Ámbar del Fraccionamiento Puerta de Hierro, frente a Plaza Andares.
