Para la familia Escobar Santos la sombra del jerarca y su baño de sangre en Colombia los perseguirá siempre; tanto la viuda de Pablo como sus hijos tratan de llevar una vida normal a más de medio siglo de la muerte del ‘Patrón’.
Manuela, la menor de los herederos de Escobar Gaviria, fue la más afectada por los sucesos delictivos y quizá su decisión de evitar a toda costa figurar como lo hizo su hermano Juan Pablo o Juan Sebastián Marroquín.
Antes de la muerte de Pablo, las fotos a lado de su hija abundaban, pero imágenes de cómo luce Manuela en su vida adulta son escasas.
La primera es de hace diez años, cuando era una joven bella de 22 años que se preparaba para concluir su carrera universitaria.
Por su decisión de ocultar su identidad, cada vez fue más complicado captar a la heredera del jefe del Cártel de Medellín, pero este año periodistas argentinos la fotografiaron paseando por el barrio porteño de Palermo, en Buenos Aires.
Se sabe que ella vive con su madre María Isabel Santos, tratando de pasar desapercibidas, situación que es complicada debido a la acusación que pesa contra la viuda y el hijo de Escobar Gaviria por presunto lavado de dinero.
