La ofrenda de Día de Muertos se puede colocar desde el 28 de octubre, pues en este día se recuerda a los difuntos que perdieron la vida de manera violenta; ya sea en un accidente o asesinados.
Mientras que el 30 y 31 de octubre se hace lo propio con los niños que murieron sin ser bautizados.
La tradición señala que el festejo mayor del Día de Muertos ocurre el 1 y 2 de noviembre.
El 1º de noviembre es Día de Todos Santos, y ese día los mexicanos acostumbramos recordar a los niños que murieron; mientras que el 2 de noviembre es día de Fieles Difuntos, y esa noche nos visitan todas las ánimas.
El Día de Muertos se celebra con la colocación de altares y ofrendas, a partir de los cuales los mexicanos recordamos y damos la bienvenida a los difuntos que nos visitan.
La celebración a los muertos se remonta a las épocas prehispánicas; pero la celebración actual es una una mezcla indígena y católica.
El Día de Muertos fue considerado como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2003.
(Con información de la Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Universidad Veracruzana).
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